En uno de los rincones más bellos de España se llega a la Costa da Morte, una zona de espectacular belleza y poco masificada turísticamente. Y en esta comarca encontramos uno de los secretos más bonitos, las Calderas do Castro, as Caldeiras do Castro.

El río Castro forma en este sitio escondido del ayuntamiento de Muxía una zona de baño conocida por los locales. Hasta hace pocos años, era de difícil acceso. Hay cascadas, piscinas naturales, saltos de agua…formando las Calderas do Castro.

La mejor época para ir es durante los meses de verano, ya que durante el invierno, debido a las numerosas lluvias de la zona, la cantidad de agua en el lugar puede hacer imposible el baño. Eso sí, el espectáculo de la cascada cargada de agua es único en esta época. Llegar puede resultar difícil, ya que se encuentran algo escondidas y no señalizadas. Pero son estos sitios ocultos los que más sorprenden al visitante, por lo que vale la pena la aventura. La única manera de llegar es en coche, por lo que se hace una escapada ideal en nuestro recorrido por la Costa da Morte. Ir preparados para el baño, y las frías aguas.

Una vez lleguemos a las Calderas do Castro, tenemos que aparcar el coche en una pequeña zona de aparcamiento habilitada frente a una pequeña ermita. Es imposible no verla, ya que es justo donde acaba la carretera asfaltada. Desde ahí, toca caminar, primero por un pequeño camino de piedras y luego, a mano izquierda, tomamos un desvío que se adentra en una pequeña finca entre arbustos. La bajada es complicada, empinada, con piedras sueltas, aunque las mejoras hechas, con escaleras de madera, facilitan mucho el acceso. Al llegar a lo alto, la sorpresa: un paraje único, irrepetible, precioso.

Lo mejor de este lugar es que, habitualmente, casi siempre estamos solos. No es un lugar para tomar el sol, ya que apenas hay espacio para estirar una toalla sobre las duras rocas, sino un lugar para bañarse y deleitarse con su belleza y su tranquilidad. Si ha habido fuertes lluvias en los días previos, el blanco de la espuma que forma el agua de la cascada se mezcla con el verde de los árboles que protegen la zona. El río se abre camino entre las rocas, formando zonas tranquilas de baño y dejando paso a una preciosa postal.

Y para bañarnos, tenemos diferentes zonas. Desde la parte alta de la cascada, con piscinas que forman calderas, de ahí el nombre, hasta la parte ancha del río o bien una zona más tranquila, con menos corrientes y de menos calado, para los más pequeños, en la parte baja. También podemos atrevernos a meternos bajo la cascada, lo que requiere de una técnica que los locales conocen a la perfección. Preguntarles a ellos cómo hacerlo si están por ahí, y muchos de ellos os guiarán de la mano a su interior. Todo una experiencia meterse bajo toneladas de agua con un ruido estrepitoso. Y también hay zonas de salto, de diferentes alturas. Eso sí, mucho cuidado con las rocas, ya que apenas mojadas son muy deslizantes.

Las Calderas do Castro son un lugar único, auténtico, de una belleza y un encanto incomparable. Para muchos es un lugar nostálgico al que vuelven cada verano casi como una tradición, un lugar en el que aprendieron a nadar o pasaron momentos muy felices en familia. Y quien lo visite, quien se deleite con la belleza de este lugar, se llevará consigo esa impresión para siempre.

Para saber más de este lugar, cómo llegar, o cómo incorporarlo en una ruta por la Costa da Morte, por ejemplo en una visita a la Cascada de O Ezaro, no dudéis en contactarme. Si queréis dejar vuestros comentarios, hacerlo abajo. También os agradecería le dierais al Like en Facebook o compartierais este artículo en Facebook o Twitter.

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