Crucero por el Círculo Polar Ártico

Después de los Fiordos Noruegos, continuando hacia el norte, cruzamos el Círculo Polar Ártico. Pueblos remotos, paisajes aislados y zonas incomunicadas durante meses nos esperan. Pero este es el atractivo de un crucero por el Círculo Polar Ártico.

El último puerto antes del cruzar el Círculo Polar Ártico es Trondheim, precioso. El primero después de traspasarlo es Tromso. Y después, una disputa constante entre Hammerfest y Honninsvaag peleando por saber cuál de los dos es el punto más al Norte de Europa. Nuestro crucero por el Círculo Polar Ártico nos lo descubre.

Para esta travesía, no hay un puerto de embarque tradicional. Podemos iniciar nuestro crucero por el Círculo Polar Ártico en Inglaterra o Amsterdam. O desde alguna de las Capitales Bálticas, como Estocolmo o Copenhague. Incluso podemos iniciarlo en Oslo y recorrer los fiordos noruegos antes de cruzar el Círculo Polar.

Así que, en este artículo, en lugar de hablar de un itinerario en concreto, hablaremos de lo que nos espera si nos decidimos por un crucero por el Círculo Polar Ártico.

En Noruega dos son los puertos de escala después de cruzar el Círculo Polar. El primero, Hammerfest. Este pequeño pueblo pesquero resulta muy acogedor. No tiene grandes atractivos, pero recorrer su costa nos permite descubrir cautivadoras bahías como la de Forsol y conocer las técnicas tradicionales de secado del bacalao, sobre cabañas de madera. No lejos del centro de la ciudad, podemos subir al mirador del Monte Salen para maravillarnos con vistas de la bahía o visitar un campamento Sami, la población que habita la zona. Entrando en sus cabañas podemos descubrir los hábitos de vida de esta gente. Es también en Hammerfest donde podemos hacernos socios del Club de los Osos Polares una institución exclusiva.

Y a las puertas del famoso Cabo Norte, en nuestro crucero por el Círculo Polar Ártico hacemos escala en Honninsvaag. Desde aquí son 45 minutos de carretera hasta el considerado el punto más al norte de Europa, que no lo es. Si tienes suerte, las vistas son espectaculares. Si tienes un día habitual, no verás más de tres metros entre la densa niebla. Cabo Norte cuenta con muy pocos días claros al año. El resto del año lo normal es estar rodeado por una densa niebla. Así que no te esperes ninguna sorpresa. Por cierto, Honninsvaag es la ciudad (o pueblo, ya que no se considera ciudad) más al norte de Europa. Y Hammerfest es la ciudad más al norte. Así que, todos contentos.

Y una vez cruzado Cabo Norte, nuestro próximo puerto de escala en nuestro crucero por el Círculo Polar Ártico es Murmansk, en Rusia. La última ciudad fundada en el Imperio Ruso fue una base secreta de submarinos rusos, incomunicada durante años. Y es por eso que sólo llegan seis o siete cruceros al año. Pero si estás en uno de ellos, visitar la ciudad vale la pena. No es que cuente con grandes atractivos, pero nos permite conocer cómo la gente se adapta a condiciones de vida extrema. La ciudad cuenta con más de 40 días al año en total oscuridad y más de seis meses con apenas dos o tres horas de luz al día. Aun así, resulta acogedora. Se trata de una importante base naval rusa, por lo que la ciudad vive de la Marina y sus atractivos están relacionados con ella. El primer rompehielos nuclear, Lenin, está justo enfrente del barco.

El gigantesco monumento a los soldados rusos durante la Segunda Guerra Mundial, Aloysha, impresiona. Con sus 36 metros de altura y construido sobre una colina, nos ofrece espectaculares vistas de la ciudad y del puerto. El monumentos a los marineros del submarino ruso Kursk hundido resulta muy solemne. Y la ciudad se construye a base de grandes avenidas cuadradas. Un claro ejemplo de la época soviética rusa.

Y no dejamos Rusia, ya que nuestra próxima escala son las Islas Solovetsky, en Siberia. Estas pequeñas islas forman parte de una Reserva Marina protegida. Y una vez más nos quedamos sorprendidos en nuestro crucero por el Círculo Polar Ártico. Un gigantesco Monasterio domina la isla principal. Y aunque las islas Solovetsky están totalmente aisladas durante la mayor parte del año, numerosos religiosos rusos peregrinan hasta aquí. La visita al Monasterio es muy interesante.

En estas islas se construyó uno de los mayores campos de concentración de la época soviética, Solovki. Aquí eran repudiados prisioneros políticos críticos con el régimen. Este campo se convirtió en un modelo donde la NKVD desarrolló y probó modelos de seguridad, estilos de vida y formas de producción. La historia es fascinante.

Junto a las islas Solovetsky, encontramos las islas Zayatsky, mucho más pequeñas. Visitarlas nos permite explorar extrañas formaciones rocosas. Se trata de curiosos laberintos de origen desconocido. Esta isla se puede recorrer a pie en poco más de una hora.

Explorar las islas Solovetsky es uno de los grandes atractivos de un crucero por el Círculo Polar Ártico. Resulta muy interesante conocer cómo vive la gente local aislados nueve meses al año y prácticamente sin ver la luz del sol durante seis meses. Los otros seis, no ven prácticamente la oscuridad. Son condiciones de vida y de trabajo muy duras. Prácticamente todo gira en torno al Monasterio. Unos porque trabajan en las tareas de reconstrucción, que llevan más de 50 años (ten en cuenta que sólo pueden trabajar cuando las condiciones de luz y frío son adecuadas; lo curioso es que sólo tardaron entre 7 y 10 años en construirlo). Y otros se benefician de la peregrinación y el turismo que visita el Monasterio. No es un lugar donde me quedaría a vivir, pero resulta muy interesante visitarlo.

Y el último de los puertos de escala en nuestro crucero por el Círculo Polar Ártico es Arkhangelsk. Es la mayor ciudad de nuestro recorrido. Y es un claro ejemplo de una ciudad construida durante la época soviética. Grandes avenidas, enormes bloques de edificios y monumentos dedicados a los gobernantes soviéticos. Para mí, la que menos interés tiene en nuestro crucero, pero algo que no descubres cada día. Curiosa.

Y después de cruzar el Círculo polar Ártico, después de recorrer las ciudades más aisladas de Rusia, y de explorar zonas remotas, cruzamos de nuevo el Círculo Polar. Ahora en dirección sur. Terminamos nuestro crucero de regreso a una de las Capitales Bálticas después de haber vivido una experiencia única, un crucero por el Círculo Polar Ártico.

Si quieres más información sobre este crucero o alguno de los puertos de escala, no dudes en contactarnos por email a info@consejerosviajeros.com o dejando tus comentarios a continuación.

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