Un crucero por Egipto no es un crucero cualquiera. Se trata de un crucero por el Nilo, el río más grande del mundo. Y en nuestro recorrido descubriremos algunas de las maravillas más impactantes de nuestra historia.
Un crucero por el Nilo supone recrear los viajes de los faraones. Descubriremos sus templos, sus tumbas, sus pirámides… El río Nilo tienen 6671 kilómetros entre Aswan, o Asuán, y el Mediterráneo, pero nuestro crucero sólo recorre unos cientos de kilómetros.
Normalmente, un crucero por el Nilo se combina con una estancia en El Cairo, antes o después de la travesía. Y es que la capital de Egipto nos sirve como puerta de entrada y salida del país. Desde aquí podemos visitar Giza. ¿Por qué? Por sus pirámides, entre ellas la pirámide de Keops, considerada una de las siete maravillas del mundo antiguo y la más grande de todas. Y a orillas del Nilo no te puedes perder la Gran Esfinge.
Y ya de vuelta a El Cairo, visita el Museo Egipcio, con las momias de los faraones y la tumba de Tutankamon. Desde la capital egipcia tenemos que volar a Luxor para unirnos a nuestro crucero por el Nilo. Empezamos la aventura. Una de nuestras primeras visitas es el Valle de los Reyes, ocupado por las tumbas de los faraones. La decoración de los mausoleos, con pinturas y jeroglíficos egipcios, es impactante. El colorido enamora. Hay tumbas perfectamente conservadas. Asombrosas. Y otras de difícil acceso. Pero valen la pena su visita.
El Valle de los Reyes se encuentra en la orilla Occidental del Nilo. En este lado del río también podemos visitar el templo de la Reina Hatshepsut y los colosos de Memnon, dos gigantescas estatuas de piedra. Podemos dedicar un día a visitar esta parte del valle, ya que hacemos noche a bordo del crucero.
Al día siguiente visitamos la otra orilla, con los templos de Karnak y Luxor, imprescindibles en nuestro crucero por el Nilo. Ambos templos están unidos por una avenida flanqueada por esfinges. Este complejo arquitectónico es el centro religioso conocido más antiguo del mundo. El Templo de Karnak es el más grande del globo con monumentos que datan del siglo XXI a.C. hasta la época de los romanos. El templo de Luxor, construido por Amenophis III y ampliado por Ramses II, resulta impresionante.
Y después de visitar los atractivos de Luxor, iniciamos nuestro crucero por el Nilo navegando hacia Esna y pasando Edfu, donde podemos visitar su templo dedicado al Dios Horus. Hacemos noche y continuamos a Kom Ombo, donde también podemos visitar los templos de Sobek, con cabeza de cocodrilo, y Haroeris, con cabeza de halcón.
Y llegamos a Aswan, o Asuán, donde hacemos noche a bordo de nuestro crucero por el Nilo. Lo normal aquí es visitar la Alta Presa y el Obelisco Inacabado, una obra grandiosa, en una mañana. Y por la tarde podemos dar un paseo en Faluca, típico velero egipcio, por el Nilo. También podemos visitar el Templo de Philae.
Y en Aswan acabamos propiamente nuestro crucero por el Nilo. Cuatro días y tres noches que podemos extender con una visita al templo de Abu Simbel, muy recomendable. Podemos ir en autobús o en avión desde Aswan. O incluso podemos extender nuestro crucero por el Nilo con otro crucero por el Nasser, pasando por Amada y Wadi el Seboua. Pero esto último supone añadir 3 días más al crucero por el Nilo de 4 días.
Si hacemos esto último, tenemos que regresar a Aswan para volar a El Cairo, donde podemos pasar un par de días más, bien al principio o bien al final del crucero.
Hagas lo que hagas, un crucero por el Nilo es algo que hay que hacer en tu vida. ¡Apúntatelo! Si quieres más información no dudes en contactarnos por email a info@consejerosviajeros.com o también puedes dejar tus comentarios a continuación.