Hacerte un Interrail es casi una aventura obligada en tu vida. Yo me he hecho tres, y han sido de las mejores experiencias de viaje. Normalmente está destinado a gente más joven, con ganas de lanzarse a la aventura. Aquí te descubrimos qué es un Interrail y cómo puedes llegar a disfrutarlo.
El billete de Interrail solamente está destinado a ciudadanos europeos y residentes oficiales. Si no eres europeo, puedes utilizar el pase Eurail, que tiene prácticamente las mismas características y precios que el Interrail (haz click sobre las fotos para ampliar).
Antiguamente, este billete de tren hacía diferencias entre los jóvenes menores de 26 años y los mayores, y permitía reservar los billetes en función de las zonas que querías visitar, dividiendo Europa en agrupaciones de países, o bien un pase global para todo el continente. Hoy en día, siguen manteniendo la diferencia en cuanto a precios por edades, siendo más económico para los menores de 26 años que para los mayores, aunque también han aparecido billetes para mayores de 60 años y para familias. Lo que han eliminado son las zonas, por lo que ahora puedes reservar tus billetes válidos para todo un país o para toda Europa por un tiempo determinado, con la restricción de los días que lo vayas a necesitar.
Es decir, hoy en día puedes comprar un billete de tren para viajar en los trenes de 30 países de Europa a usar en 5, 10, 15, 22 días o todo un mes. Si quieres un billete de Interrail para un solo país, lo puedes comprar para usar en 3, 4, 6 u 8 días en un mes. Evidentemente, a más días de uso, más caro sale el billete.
Poniendo un ejemplo práctico, si quieres visitar Alemania, Austria, Chequia y Hungría, por ejemplo, tendrás que comprar un billete Interrail Global Pass, y ya en función de los días que quieras viajar en tren eliges entre 5, 10, 15, 22 días o un mes de uso. Si quieres un pase para viajar solamente por Italia, tendrás que comprar el One Country Pass, eligiendo entre 3, 4, 6 u 8 días de viaje en tren.
Mi recomendación, el Global Pass de un mes, para viajar ilimitadamente durante 30 días por todos los países de Europa, desde Noruega hasta Portugal, desde Francia hasta Polonia y Grecia.
Un Interrail es una aventura única. Si eres joven, te enseñará a valerte por ti mismo; a establecer relaciones y conocer nuevas culturas; a aprender idiomas o el lenguaje de los gestos si no logras comunicarte. Y los sitios que visitas son únicos. Hay rincones de algunos países a los que es más fácil llegar en tren que en autobús o incluso en transporte privado. Además, viajar en tren es muy cómodo, ya que puedes utilizarlo de noche y aprovecharlo como alojamiento a la par que como transporte, lo que también te permite ahorrar en tu presupuesto. Y el Interrail te da una libertad total para cambiar de planes sin tener que estar atado a reservas de transporte o alojamiento.
Como os he contado, yo me he hecho tres Interrailes en mi vida, y han sido de las experiencias viajeras que más he disfrutado y aprovechado. Anécdotas me han pasado miles, como quedarme atrapado en una estación Serbia en la frontera con Hungría al no tener mi compañero de viaje el pasaporte en vigor. Nos obligaron a bajarnos del tren en camino a Belgrado, nos quitaron la documentación, y nos retuvieron durante horas en una comisaria Serbia en espera del siguiente tren de vuelta. Al principio parecía todo muy amenazante, caótico, pero el fútbol nos sirvió para entablar conversaciones con los oficiales de aduanas que, al final, hasta nos dejaron salir a dar un paseo por un pequeño pueblo fronterizo que nos encantó y donde vimos un festival de fin de curso en un colegio. Subotica es el nombre del pueblo, nunca se me olvidará. Y al final hasta nos hicimos con el mando, de la televisión, que vimos junto con los oficiales.
Pero creo que lo mejor de esta experiencia es el conocer gente local en cada país o ciudad que visitas. Muchas veces utilizas el mismo medio de transporte que los locales utilizan con sus familias, por lo que es fácil entablar conversaciones y tener recomendaciones y consejos de primera mano que no vienen en ninguna guía de viaje. A veces hasta pruebas comidas locales que nunca pensarías llegarías a conocer. Además, el tren llega al corazón de casi todas las ciudades europeas, por lo que las estaciones de tren te dejan en el centro de la ciudad que quieres visitar, evitando desplazamientos largos y costosos.
En cuanto al equipaje, lleva solamente lo justo y necesario. Haz la mochila de viaje una primera vez, y de lo que quieres llevar, deshazte de la mitad en una segunda vuelta de equipaje. Evitarás ir muy cargado y que te canses antes de tiempo por el peso. Lleva cosas útiles, como linterna, navaja multiusos, candado, chubasquero de fácil envoltorio, sombrero… y, sobre todo, una buena cámara de fotos. Increíbles ciudades como París, Roma, Praga, Berlín o Budapest te esperan. Además, si haces Grecia o Italia, el Interrail te permite descuentos en los ferris entre islas.
Mi primer Interrail fue por Holanda, Francia, Bélgica y Luxemburgo. El segundo por Alemania, Chequia, Hungría, Austria Suiza e Italia. Y el tercero por Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Serbia, Bulgaria y Grecia. Cada uno, salvo el primero, duró más de un mes, y las vivencias obtenidas fueron como si hubieran pasado años.
Si queréis más información sobre dónde y cómo reservar el Interrail, cuál es el que mejor os convienes por vuestros intereses, o consejos y recomendaciones sobre este tipo de viaje, no dudéis en escribirme un email o dejar vuestros comentarios. info@consejerosviajeros.com