Red Center Australiano, de Sydney a Darwin

Cruzar el Red Center Australiano, de Sydney a Darwin, es toda una aventura. Planear un viaje por Australia es muy difícil. El país es tan grande como todo el continente europeo, y solamente viven unos 22 millones de personas. Las distancias entre los diferentes puntos de interés son enormes, y los atractivos del país australiano son numerosos. Los más conocidos, Sydney, la Gran Barrera de Coral, la Great Ocean Road y Uluru.

El recorrido que haremos en este artículo supone atravesar el Red Center Australiano, el desierto rojo de Australia, la tierra de los aborígenes, desde Sydney hasta Darwin. Se puede hacer en dos semanas, y lo más recomendable es alquilarse una auto caravana, o una furgoneta, para tener la independencia propia de visitar los sitios tranquilamente. Si queremos llevarlo todo organizado, hay agencias que planifican estupendas rutas.

Vistas del CBD de Sydney desde uno de los ferris públicos.
Vistas del CBD de Sydney desde uno de los ferris públicos.

Comenzamos la aventura por el Red Center Australiano en Sydney, la ciudad más preciosa de Australia. Su CBD, o centro financiero, visto desde la bahía, con la Sydney Opera House y el Puente de la ciudad, forman una preciosa postal. Pero hay muchos más atractivos, como las playas de Bondi y Manly, la Sydney Tower, Circular Quay, las Blue Mountains…por lo que dedicaremos un par de días a verlos antes de empezar nuestra ruta y otro par de días después, ya que, normalmente, el aeropuerto de Sydney nos sirve como punto de entrada y salida del país.

Los 12 Apóstoles, en la Great Ocean Road.
Los 12 Apóstoles, en la Great Ocean Road.

Dejando Sydney, y dirección al sur, nos dirigimos al estado de Victoria por la carretera de la costa antes de entrar en el Red Center Australiano. Si llevamos nuestra furgoneta, podemos parar en Botany Bay, el primer lugar donde llegó el Capitán Cook, el descubridor de Australia, y adentrarnos en el Royal National Park, considerado el parque nacional más antiguo del mundo, con preciosos parajes y playas. La carretera que transcurre paralela a la costa es espectacular.

En nuestra ruta podemos seguir la ruta del Mar de Tasmania, o bien adentrarnos en el interior en dirección Canberra. Sinceramente, la capital australiana no tiene gran atractivo, resulta muy artificial, salvo que nos interese conocer sus Instituciones, como una visita al Parlamento. Mucho más bonito es el recorrido por el litoral, pasando los preciosos pueblos de Gerroa y Gerrigong, las cascadas Fitz Roy o el blowhole de Kiama.

Ver Koalas en su habitat natural es memorable.
Ver Koalas en su habitat natural es memorable.

Antes de llegar a Melbourne, vale la pena visitar Phillip Island, donde podemos asistir a un espectáculo donde los actores principales son los pingüinos más pequeños del mundo, los pingüinos azules. Es un área protegida con entrada restringida y de pago, pero para los amantes de la fauna resulta muy curioso. También, en esta zona, podemos ver koalas en su hábitat natural, colgados de un árbol mientras practican su actividad preferida, dormir. También es posible ver focas y otros animales marinos.

La isla es una preciosa mezcla de bosques y espectaculares playas, que nos liberan antes de llegar a Melbourne, la ciudad más alternativa de Australia. Su centro tiene mucho encanto, combinando la historia de edificios como el Mercado de la Reina Victoria y la modernidad de su centro financiero, con enormes rascacielos como el Eureka. Y entre los barrios a destacar, Santa Kilda, FitzRoy y Smith Street valen la pena un paseo.

King's Canyon, cerca de Ayers Rock.
King’s Canyon, cerca de Ayers Rock.

Y después de un par de días en Melbourne, y antes del Red Center Australiano, recorremos la Great Ocean Road, la Gran Carretera del Océano, que se inicia en Torquay y acaba en Port Campbell. Además de preciosos pueblos veraniegos, espectaculares playas surferas como Bells Beach, y unas vistas de la costa con impresionantes acantilados, las formaciones rocosas en el mar son el principal atractivo. Los 12 Apóstoles son mundialmente famosos, pero no os perdáis The Arch, el London Bridge y La Grotta. Detenerse a cada paso, en cada pueblo, con tiempo, hará de este viaje de los mejores de vuestras vidas. Y en cada lugar habrá una sorpresa esperando. Australia es un país que cada día te depara algo nuevo, a pesar de las larguísimas carreteras y el cansancio de conducir.

Las Canicas del Diablo en el Red Center Australiano.
Las Canicas del Diablo en el Red Center Australiano.

Continuando siempre la carretera paralela a la costa, pasaremos preciosos pueblos e impresionantes paisajes, como Warnambol o el cabo Bridgewater, hasta llegar a Adelaide, región de reconocidos vinos y verdes valles.

Desde aquí, seguiremos hacia Port Augusta, y entraremos en el Outback o Red Center Australiano, el desierto australiano. Dirección a Coober Pedy, descubriremos enormes lagos salados secos, que forman una enorme extensión blanca, como si estuviéramos en la nieve a más de 40 grados. Es como un desierto de sal blanca.

Lagos salados de Coober Pedy en el Red Center Australiano.
Lagos salados de Coober Pedy en el Red Center Australiano.

Coober Pedy es una ciudad enterrada; sus casas están construidas bajo tierra para soportar el altísimo calor de esta zona. Resulta muy curiosa su visita.Y ya aquí estamos a las puertas del Parque Nacional Uluru, para ver la Montaña Roja Sagrada de los Aborígenes. La entrada te permite entrar tres días consecutivos, ya que es recomendable ver el atardecer y el amanecer sobre Uluru y apreciar el cambio de color con la luz. Y también es aconsejable visitar Kata Tjuta, otra montaña sagrada en la misma zona. Hay sitios que no es posible visitar ni fotografiar por impedimento de los aborígenes locales.

Después de unos días en Uluru, continuamos atravesando el Outback o Red Center Australiano, descubriendo la Australia más profunda, con pueblos de 7 habitantes que recuerdan a las películas del oeste o de buscadores de oro. Cada parada en esta kilométrica ruta dirección Darwin resulta curiosa y cautivadora. No os perdáis el impresionante King’s Canyon, majestuoso, las Devil’s Rock, unas curiosas formaciones rocosas llamadas las canicas del Diablo, el pueblo de Katherine y su cañón, y las gigantescas montañas de termitas de Kakadu National Park en Darwin.

Y la verdad, hay mucho más por ver, parar, visitar y hacer en nuestro recorrido por el Red Center Australiano. No hemos hablado de Alice Springs, de los cocodrilos de Darwin, de la central de telegrafía de Barrows Creek… Para saber más, tener más información detallada, no dudéis en contactarme.

info@consejerosviajeros.com

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