En uno de los rincones más preciosos de Galicia se esconde la Costa da Morte. Con una naturaleza salvaje y una gastronomía deliciosa, una ruta por esta zona es todo un placer. Os descubrimos uno de los secretos de Galicia.

Empezamos nuestra ruta por la Costa da Morte desde A Coruña. No pertenece a esta comarca, pero la ciudad herculina nos sirve de puerta de entrada para un recorrido de norte a sur. Lo mejor es recorrer la zona por tu cuenta en coche. El transporte público es una pesadilla.

Los pueblos pesqueros de Malpica o Laxe nos dan una idea de la principal actividad de la Costa da Morte, la pesca. Son típicos pueblos gallegos abiertos al mar, donde el puerto se llena de barcos y redes de pesca . Explorar sus estrechas calles es una aventura.

El pueblo de Camariñas es conocido por su artesanía. Su encaje de bolillos es tradición de las mujeres de la zona. Desde aquí vale la pena escaparse a Cabo Vilán para unas tormentosas vistas de la costa.

Hacia el interior, en el municipio de Cabana, encontramos los restos arqueológicos más importantes de la Costa da Morte. El Dolmen de Dombate data del Neolítico y todavía se conserva en buen estado.

Regresamos a la costa para visitar Muxía. No te puedes perder el Santuario da Virxe da Barca, destruido por un incendio hace un par de años y recientemente restaurado. Al pie de la Iglesia encontramos numerosas rocas. A Pedra d’Abalar es la más famosa. En ella se dice que llegó la Virgen. Es tradición intentar balancearla entre varias personas a extremos de la roca, lo que le ha pasado factura, rota en varias ocasiones.

Ten cuidado si el mar está embravecido. Aunque el espectáculo puede ser impresionante, con salvajes olas rompiendo contra la costa, como en esta foto de Camiño dos Faros.

En nuestra ruta por la Costa da Morte nos escapamos a Cabo Touriñán para asombrarnos con las vistas de sus acantilados.

Continuamos por carreteras secundarias, a lo largo de la costa, pasando la preciosa playa de Nemiña, única para la práctica del surf en la zona. La pequeña aldea de Lires es la siguiente estación, con su ría y una preciosa puesta de sol al atardecer.

Y entramos en el municipio de Fisterra por la playa de O Rostro, uno de los arenales más salvajes y más peligrosos de la Costa da Morte. Cuidado con el baño si os decidís a probar las frías aguas del Atlántico.

Al final de la costa, llegamos al Fin del Mundo, al faro de Fisterra. Ofrece una de las vistas más espectaculares que el ser humano puede observar, con un horizonte plano de casi 180 grados. La puesta de sol es asombrosa desde el cabo. El paisaje, impactante.

Atravesamos el pueblo pesquero de Finisterre, que bien vale la pena una visita rápida para explorar sus angostas calles o degustar buen marisco y pescado. Numerosos restaurantes ofrecen exquisitos manjares.

Pero continuamos ruta hacia la playa de A Langosteira, una de las más visitadas en verano. Podemos hacer una breve parada para un baño, más segura que la playa de O Rostro. Y seguimos nuestra ruta pasando el pequeño pueblo de Corcubión y la villa de Cee, la más grande de la zona.

Llegamos al municipio de Dumbría. Aquí la visita obligatoria es la Cascada de Ezaro. Este es el único río de Europa que desemboca en cascada. La caída de sus aguas es absolutamente espectacular. Vista la Cascada, sube al Mirador de O Ezaro para unas vistas asombrosas de la costa. Justo enfrente está el Monte Olimpo, de creencias divinas.

Y seguimos ruta por la Costa da Morte hacia el sur. En Carnota tenemos que detenernos a ver uno de los Hórreos más grande Galicia, junto con el de Lira, muy cerca, con 22 pares de pies. Igualmente, la paya de la localidad es espectacular, con más de siete kilómetros de arenal salvaje.

Y como escapada extra, ya saliéndonos de la Costa da Morte, pasando el pueblo medieval de Noia, podemos visitar el Castro de Baroña y un poco más lejos la duna móvil de Corrubedo, aunque ya hablaremos de las Rías Baixas en otra ruta.

Si necesitáis más información sobre la Costa da Morte, no dudéis en contactarnos por email a info@consejerosviajeros.com o dejar vuestros comentarios.

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