Escocia es conocida por la encantadora Edimburgo, las impresionantes Highlands y el mítico Lago Ness. Ah, y el whisky, claro. Pero en vuestro viaje por Escocia os recomendamos una escapada al pueblecito de St. Andrews, encantador.

No es muy conocido, salvo por ser la cuna del golf. St. Andrews es una ciudad pequeña, universitaria, con historia y mucha vida. Su campo de golf es mundialmente conocido. Pero además esconde otros tesoros que te queremos descubrir.

St. Andrews es una ciudad que fácilmente se puede recorrer a pie. Y en un día. El punto de partida es el famoso Old Course, sede habitual del Abierto Británico de Golf, uno de los más importantes a nivel mundial. Y es que muchos visitantes sólo vienen a St. Andrews para jugar al golf en este mítico campo, el club de golf más antiguo del mundo.

Pegado al mar, sus hoyos se mezclan con dunas de arena. Y desde el Viejo Campo de golf de St. Andrews podemos iniciar un bello recorrido a lo largo de la costa de Fife. Este camino nos ofrece preciosas vistas de la costa, y nos descubre algunos de los atractivos de esta ciudad escocesa. El primero, el Castillo de St. Andrews. Aunque ahora sólo podemos visitar sus ruinas, su emplazamiento, sobre un promontorio en la costa, sirvió de Palacio, Prisión y Fortaleza.

Entre el campo de golf y el castillo podemos perdernos por algunas de las pequeñas calles de la ciudad. Pero si continuamos nuestro recorrido pegados a la costa, observamos impresionantes vistas de los acantilados.

Y al final de este camino, llegamos a uno de los lugares más sorprendentes de la ciudad: las ruinas de la Catedral de St. Andrews. Es un complejo impresionante. Y es que, en su momento, fue el mayor templo de toda Escocia. Pasear entre sus ruinas es algo mágico. La grandiosidad de los restos que quedan en pie nos hacen imaginarnos un majestuoso escenario.

Y es que su ubicación, pegada a la costa, es igualmente impresionante. Los restos datan del siglo VIII y tardaron 158 años en construirla. Y su dramática historia contribuye al áurea mágica que se respira en las ruinas. Los turbulentos momentos vividos en Esocia durante la Reforma Protestante provocaron la ruina del templo. Muchas de sus piedras fueron utilizadas en obras civiles de la ciudad. Hoy queda en pie una torre y un claustro, rodeadas por un cementerio con tumbas de diferentes estilos. Tómate tu tiempo para admirar este impresionante escenario. A mí me maravilló.

Y desde la Catedral parte una de las calles principales de St. Andrews. Ocupada con casas bajas, a medio camino encontramos la sede de la Universidad, una de las más importantes de todo el Reino Unido. Y la más antigua de Escocia. La comunidad universitaria, con casi 9000 personas, da mucha vida a la ciudad. Sus calles se llenan de gente joven, activa, haciendo sentirse al visitante bien acogido.

Podemos pasear tranquilamente por las calles de la localidad. Visitar el museo de la Universidad. O bien dedicar algo de tiempo a compras. Y como no, adentrarnos en alguno de los típicos pub británicos que todavía conservan su esencia en St. Andrews. La ciudad es una de las más antiguas de Escocia e históricamente de las más importantes del país. Es pequeña y fácil de recorrer a pie.

Situada a poco más de una hora en coche desde Edumburgo, St. Andrews es una parada ideal en nuestro recorrido hacia las Highlands escocesas, una de las grandes maravillas de este país. Y es que de camino, nada más salir de la localidad, el paisaje costero cambia totalmente. Empezamos a ver grandes campos de cultivo. Las colinas se hacen cada vez más grandes y los lagos salpican el paisaje. Empieza la Escocia más conocida.

Como os dijimos, si tenéis pensado viajar por Escocia, os recomendamos una visita a St. Andrews, una de las grandes sorpresas de este país.

Si queréis más información o tenéis alguna pregunta, podéis escribirnos a info@consejerosviajeros.com o dejar vuestros comentarios a continuación.