Salpicados por la Serranía que divide Cádiz y Málaga se encuentran numerosos pueblos con casitas encaladas de blanco. Destinos sorprendentes por su ubicación y su construcción. Recorremos los Pueblos Blancos de Cádiz en una ruta fascinante.
Tres destinos, tres maravillas. Zahara de la Sierra, Olvera y Setenil de las Bodegas. Cada uno con sus sorpresas. Una ruta por los Pueblos Blancos de Cádiz.
Viniendo de la costa de Málaga y al llegar a Ronda, es recomendable empezar la ruta por estos tres Pueblos Blancos de Cádiz en Zahara de la Sierra. Las vistas que obtendrás durante el camino compensarán esta decisión, a pesar de ser carreteras estrechas y de montaña.
Zahara, no confundir con la de los Atunes, se encuentra en el corazón del Parque Natural de la Sierra de Grazalema. Desde Ronda puedes llegar a este precioso y coqueto pueblo subiendo el Puerto de las Palomas por una carretera estrecha de vértigo, pero con vistas espectaculares.
La postal que forma el embalse de Grazalema con el pueblo de Zahara de la Sierra es preciosa. Pero las vistas desde lo alto de esta villa blanca son más espectaculares. Hay numerosos miradores para gozar del paisaje. Y todo eso aderezado con preciosas calles de piedra, casas blancas y bellos rincones de macetas y flores que dan color a la visita.
La Calle Ronda es la calle principal. Aquí encontramos el Mirador de la Alameda de Lepanto, que ofrece bellas vistas. Y nos conduce a la Plaza de San Juan, con la Torre del Reloj. Continuando hasta llegar a la Plaza del Rey encontrarás otro mirador. Y subiendo más puedes llegar al Castillo Nazarí que domina Zahara de la Sierra. Las vistas mejoran a cada paso.
En el punto más alto del pueblo encontrarás el Castillo y la Torre del Homenaje, restos de la antigua villa medieval. Las vistas desde aquí son espectaculares. La guinda ideal a un paseo por uno de los Pueblos Blancos de Cádiz más bonitos.
Pero la ruta continúa bordeando el embalse de Grazalema. Por una carretera con paisajes ondulados llenos de olivos. Hasta llegar a Olvera, quizá el pueblo más sorprendente de esta ruta por su preciosas panorámicas.
El corazón de Olvera se encuentra en la Plaza del Ayuntamiento. Desde aquí es obligatorio llegar a la Plaza de la Iglesia. No para visitar el principal monumento de este pueblo, sino por admirar unas vistas fascinantes. La serranía y las bonitas casas encaladas de la villa llenan tus ojos.
En este punto se encuentra el Edificio de la Cilla, un granero que fue cárcel de mujeres también, y el Castillo de Olvera. En su patio puedes disfrutar de otra panorámica de los alrededores del pueblo.
Para regresar a la Plaza de la Iglesia, lo mejor es perderse por las calles del Barrio de la Villa, realmente pintoresco. Un perfecto ejemplo de algunas sorpresas que nos depara una ruta por los Pueblos Blancos de Cádiz.
Y completando un recorrido circular, desde Olvera vale la pena continuar hasta Setenil de las Bodegas, una de las villas más curiosas de este itinerario. La singularidad es que las casas de este pueblo están construidas dentro de la roca que forma el cañón del Río Trejo.
En Setenil no te puedes perder dos calles muy famosas, la de las Cuevas del Sol y la de las Cuevas de la Sombra. Sus nombres dejan ver el porqué de estas curiosas calles, llenas de bares de tapas y numerosas casas excavadas en la montaña con la roca como techo natural.
Pero también vale la pena subir hasta la Plaza de Andalucía, perderse en la singular calle Calcetas y admirar alguna de las vistas más espectaculares de Setenil en miradores como el de El Lizón. Tienes una ruta completa de este peculiar destino en este enlace.
Desde Setenil de las Bodegas podemos regresar a Ronda y completar esta preciosa ruta circular por los Pueblos Blancos de Cádiz. Un recorrido lleno de postales espectaculares.
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