San Petersburgo es el puerto estrella de un crucero por el Báltico. Esta ciudad rusa ofrece innumerables opciones para disfrutar de tu escala. Te damos algunas sugerencias sobre qué hacer para disfrutar de tu estancia.

Lo primero que tienes que saber al llegar a San Petersburgo es dónde atraca tu crucero. Si es de los grandes, seguro que irá a la Terminal de Marine Facade, ubicada a casi una hora del centro de la ciudad. Si es un barco pequeño, es posible que atraque en el río Neva, en el mismo centro de San Petersburgo.

Casi todos los cruceros que atracan en San Petersburgo hacen dos días de escala con una noche a bordo. Hay quien hace tres días con dos noches. O solamente una jornada. Dependiendo de cuan larga sea tu estancia, te puedes organizar las visitas para cada día.

Algo que debes de tener en cuenta al llegar a San Petersburgo es que las autoridades de inmigración sólo te dejarán desembarcar si tienes una excursión reservada, bien con la propia naviera, o bien con alguna agencia exterior estilo Shore2Shore que se haga responsable de ti mientras estás en Rusia. Y sólo te dejarán estar en tierra el tiempo que dure tu excursión (oficialmente). Otra opción es tener visado propio ruso, que te da absoluta libertad para visitar San Petersburgo a tu aire.

Sabiendo esto, organizamos nuestras excursiones en San Petersburgo. Tanto los cruceros a bordo como las agencias externas ofrecen un tour clásico de dos días. La excursión del primer día suele incluir la visita al Museo del Hermitage (cerrado los lunes) y recorrido por la ciudad, visitando por fuera la Catedral de la Sangre Derramada, la más espectacular, la Catedral de San Isaac, la más grande y la Catedral de Kazan, la única en servicio. O sustituyen alguna de estas Catedrales por una visita a la fortaleza de San Pedro y San Pablo. Y el segundo día el tour sale de San Petersburgo para visitar los Palacios de verano de Caterina y Peterhoff. Sinceramente, es un tour muy completo, pero que se puede mejorar.

Pero hay excursiones de un día que combinan algunos de los sitios anteriores con otros atractivos verdaderamente interesantes. Y puede incluir un crucero por el río, una incursión en el metro de San Petersburgo, tiempo para compras o una visita al Palacio del famoso Rasputín. Ninguna excursión te deja tiempo libre, debido a las restricciones de Inmigración, que, en mi opinión, es como realmente se disfruta la ciudad.

Así que, si no tienes visado ruso, mi recomendación sería organizar los tours visitando algunos imprescindibles.

Para mí, salvo que te gusten mucho los Museos, la visita al Hermitage se puede obviar. Algunos se echarán las manos a la cabeza. Dejar de visitar uno de los museos más famosos del mundo. Pero es que la visita suele ser de cuatro horas, en salas totalmente abarrotadas de gente y a un ritmo frenético. Los guías no se pueden detener en las exposiciones. El Palacio de Invierno que acoge el Hermitage resulta muy interesante, pero lo es igualmente por fuera. La Plaza que hay a sus puertas es la más grande de la ciudad. Su visita es impactante.

Y entre esos imprescindibles que mencionaba antes está la visita a la Catedral de la Sangre Derramada. Pero debe de visitarse por dentro. Los mosaicos interiores del edificio son absolutamente fascinantes. Da igual las veces que los hayas visto. Cada vez revelan algo nuevo, majestuoso.

Otro imprescindible para mí es hacer un crucero por el río Neva y sus canales. Ver San Petersburgo desde el río ofrece una perspectiva diferente, interesante. La ciudad de los canales, sí, como Venecia, revela fascinantes palacios y fachadas mientras navegamos. Fascinante.

Y otro de los sitios que no te puedes perder es el Palacio de Peterhoff. Muchos tienen dudas al elegir entre el de Caterina y el de Pedro el Grande. Para mí, la diferencia son los jardines. Ambos Palacios se ubican en edificios majestuosos con interiores bellamente decorados. La Sala Ámbar del Palacio de Caterina es impresionante. Pero los jardines de Peterhoff son asombrosos. La combinación de la flora con sus fuentes y sus esculturas son realmente cautivadores.

Y si tienes algunos minutos libres, escápate a Nevski Prospect, la calle principal de San Petersburgo. Aquí puedes descubrir algo de cómo vive la gente local. Y es la calle principal de compras. Agitada. Viva. Hay excursiones que te dejan tiempo libre para compras en esta zona. Vale la pena. En esta avenida se encuentra la Catedral de Kazan, y casi enfrente, la de la Sangre Derramada, asomándose en uno de los canales de la ciudad.

Estos serían para mí los imprescindibles en San Petersburgo: el Palacio de Invierno del Hermitage visitando su Plaza principal; visita interior a la Catedral de la Sangre Derramada; crucero por el río Neva y sus canales; tiempo libre en Nevski Prospect y visita al Palacio de Peterhoff.

Y estas visitas de día las puedes combinar con excursiones de noche. Las más populares son ir al Ballet en uno de los Teatros imperiales de San Petersburgo, una visita nocturna al Hermitage (muy recomendable, ya que es mucho más tranquila que la diurna) o disfrutar de un concierto en el Palacio de Caterina. Pero también recomendamos la excursión nocturna de los puente levadizos de la ciudad.

Si quieres más información sobre San Petersburgo o sobre las excursiones de tu crucero en esta majestuosa ciudad, puedes escribirnos a info@consejerosviajeros.com o dejar tus preguntas en los comentarios a continuación.