Cuando viajamos a Rusia normalmente visitamos Moscú o San Petersburgo. A veces tenemos que elegir. Este artículo os quiere contar las diferencias entre una capital y otra. Sus atractivos. Cuál elegiríamos. Yo lo tengo claro.

Elegir entre Moscú o San Petersburgo en nuestro viaje a Rusia puede resultar difícil. Y lo es a primera vista. Pero una vez que conocemos los atractivos de una capital y de la otra, la elección está clara.

Moscú es la capital de Rusia. Y la ciudad más poblada del país, con 12 millones de habitantes. Es el centro financiero del estado. La vida aquí es agitada. Se vive rápido. Mucho estrés. Pero tiene sus atractivos. La mayoría se concentran en la Plaza Roja y el Kremlin.

El Kremlin es la fortaleza de Rusia. Rodeada de murallas, la antigua ciudad se encuentra aquí. En su interior, la residencia del Primer Ministro ruso, el famosísimo Vladimir Putin. Pero no sólo eso. También encontramos tres impresionantes Catedrales y el Museo del Armamento. Este último resulta muy interesante, sobre todo por los valiosos artículos que se conservan de los zares de Rusia. Los vestidos de la zarina Caterina y sus carruajes son fastuosos.

Y justo al lado del Kremlin se encuentra la Plaza Roja. Se trata de un espacio enorme, centro de desfiles militares y lugar de celebraciones de estado. La Basílica de San Basilio es impresionante. Con sus cúpulas de colores y su majestuosa figura domina la plaza. Frente a ella, el mausoleo de Lenin. Y al otro lado, el majestuoso edificio del GUM Store, hoy un gigantesco centro comercial.

Algo que no te debes perder en Moscú son sus estaciones de metro. Su decoración es absolutamente asombrosa, con impresionantes estatuas de mármol, techos decorados a base de magníficas obras y asombrosas lámparas.

Y esto es algo en lo que coinciden las dos grandes capitales de Rusia, ya que, al igual que Moscú, San Petersburgo también tiene fascinantes estaciones de metro. Eso sí, no tan asombrosas como las de Moscú.

Pero San Petersburgo es la capital cultural de Rusia. Se trata de una ciudad IMPERIAL, sí, con mayúsculas. Fue el lugar de retiro de los zares imperiales. Es la ciudad de los canales y de los palacios. La ciudad de las iglesias y los museos. Mires a donde mires, San Petersburgo te sorprende. Te asombra. Y “sólo” cuenta con 5 millones de habitantes.

Si Moscú la puedes visitar en un par de días, para disfrutar de San Petersburgo necesitas una semana. Lo que ofrece esta capital es algo único. Cada edificio es un palacio diferente. Cada uno tiene su historia. Y ver la ciudad desde los canales cambia la perspectiva.

Quizá, el edificio más famoso de San Petersburgo es el del Hermitage. El Palacio de invierno de los zares rusos, hoy un museo. Y frente a él, la plaza más grande de la ciudad, centro de celebraciones. Un espacio majestuoso.

Casi desde la Plaza del Hermitage arranca la arteria principal de San Petersburgo, Nevski Prospect. Es el centro comercial de la ciudad. A ambos lados, numerosos palacios de fachadas impresionantes. Y si nos desviamos un poco, encontramos templos como la gigantesca Catedral de San Isaac, la más grande de la capital. Su espacioso y enorme interior impacta. No lejos, la Catedral de Kazán, el templo más visitado por los locales para asistir a sus ceremonias. Y siguiendo el canal que sale de este templo, la fabulosa Catedral de la Sangre Derramada.

Este templo impresiona por fuera. Te deja boquiabierto. Pero es que por dentro sorprende todavía más. Sus mosaicos son únicos. Sus pinturas asombrosas. Da igual las veces que la visites, cada vez la admiras más.

Pero una visita a San Petersburgo no puede ser completa sin un paseo por los canales. La vista de los Palacios es diferente desde el agua. La ciudad es majestuosa.

Y ya saliendo de San Petersburgo, es obligatorio visitar los Palacios de verano de los zares de Rusia. Dos destacan: el de Caterina y el de Peterhoff, el de Pedro el Grande. Aunque ambos son magníficos, sin duda me quedo con el de Peterhoff. Y eso que la Habitación Ámbar del Palacio de Caterina es espectacular, pero los jardines de Pedro el Grande son asombrosos. Te cautivan, con sus fuentes que juegan contigo.

Y estas son sólo algunas de las atracciones que puedes hacer o visitar en San Petersburgo. Hay muchas más, como el Palacio de Rasputín y su historia, o la fortaleza de San Pedro y San Pablo. Pero ya dedicaremos un artículo completo a San Petersburgo.

Así que, y por si no os había quedado claro, si tenéis que elegir en vuestro viaje a Rusia entre Moscú o San Petersburgo, yo, sin duda, elegiría San Petersburgo. La ciudad de los zares. Es única. Asombrosa. Fascinante. Cautivadora. Y siempre tienes ganas de regresar.

Si queréis más información sobre alguna de estas ciudades de Rusia, Moscú o San Petersburgo, o sobre los requisitos para visitar el país, excursiones, guías o cualquier otra duda, podéis contactarnos por email a info@consejerosviajeros.com o dejar vuestros comentarios a continuación.

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