Hacemos una visita exprés a Burdeos, la joya del Suroeste de Francia, para recorrer en dos días su impresionante centro histórico y deleitarnos con su gastronomía y su vino. ¿Qué ver y hacer?
Burdeos se conoce como la “perla de Aquitania”. El río Garona riega la ciudad y los viñedos de los alrededores. De sobra es conocida la fama de esta región como uno de los mayores y mejores productores de vino.
Las obras de rehabilitación que han hecho en la ciudad en los últimos años han cambiado la cara de Burdeos. Hoy es un lujo pasear por sus calles. El puerto de la Luna es una auténtica delicia para la vista y está considerado como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. Casi todos los cruceros fluviales atracan aquí. Pero también algunos marítimos, de pequeño tamaño, se permiten el lujo de remontar el río y atracar en pleno centro de la ciudad.
Pasear a lo largo del Garona permite disfrutar de una de las mejores vistas de toda Francia. Es posible hacerlo a pie, en tranvía o incluso en bicicleta. De esta forma podemos ver fácilmente los edificios más emblemáticos de Burdeos, una ciudad llena de colorido, y relajarnos en sus numerosos parques y zonas verdes.
Os dejo un mapa que os ayudará a guiaros en nuestro recorrido.
Pero una visita a Burdeos no está completa sin disfrutar de su gastronomía y sus vinos. Los quesos son uno de los atractivos principales de la mesa francesa. Y los vinos de la región son mundialmente reconocidos. Podemos visitar algún “Chateau” en los alrededores de la ciudad, con sus viñedos, pero si no queremos desplazarnos, en el barrio de Bacalan es posible visitar alguna de las cientos de bodegas de vino que aquí se encuentran y catar sus caldos.
Cerca de esta zona se encuentra uno de los principales monumentos de Burdeos, la Torre Berland. Vale muchísimo la pena pagar los 6 euros de entrada y subir los 233 escalones para disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad.
Al atardecer, es recomendable acercarse al “Espejo del Agua”, un parque al lado del río con un estanque donde se reflejan las luces y los edificios como perlas en el agua. Se encuentra en la Plaza de la Bolsa, presidida por el majestuoso edificio que da nombre al lugar. Es una de las joyas de la ciudad. Algo que no te puedes perder. Esta pequeña plaza cubierta por unos centímetros de agua forma un escenario que es una delicia para la vista.
Y justo enfrente vale la pena adentrarse en uno de los barrios más antiguos de Burdeos. Aquí podemos encontrar la casa donde murió el famoso pintor español Francisco de Goya.
En nuestra visita al casco histórico de la ciudad, un edificio que llama la atención es la Catedral, de estilo gótico con dos torres renacentistas. Y además, lugar de paso del Camino de Santiago. En sus alrededores te puedes perder entre largas y tortuosas callejuelas, casi todas peatonales, lo que resulta un paseo muy agradable.
La Porte de Cailhau es otro de los puntos imprescindibles a visitar en nuestro recorrido por Burdeos. Se puede llegar a ella recorriendo la muralla de la ciudad en la que una de sus puertas es esta, la antigua entrada a Burdeos. Y desde la parte antigua es recomendable acercarse a la Place du Marché des Chartrons para mezclarse con los locales en sus pequeños bares y numerosas cafeterías y probar algún crep, dulce o salado.
Y cuando estés preparado para la aglomeración de gente, toca recorrer la Rue de Sainte Catherine, una de las calles más míticas de la ciudad, llena de librerías y tiendas.
En nuestro recorrido por Burdeos, no podemos dejar de visitar la Basílica de Saint Michael o el Puente de Piedra, que divide la ciudad en dos sobre el río Garona.
Y si tenemos tiempo, saliéndonos un poco del circuito habitual podemos visitar la Bastide, el Jardín Botánico de Burdeos. Pero también podemos recorrer la ciudad moderna, donde predomina la arquitectura más vanguardista. El punto clave aquí es la Place des Grands Homms, con esculturas que rememoran a los grandes personajes franceses como Montesquieu, Rousseau o Voltaire. Y es aquí también donde podemos ver uno de los edificios más llamativos de la ciudad, el Gran Teatro. Y frente a este, un llamativo edificio modernista triangular.
Finalizamos así nuestra visita exprés a Burdeos con esta ruta en la que nos maravillamos con su arquitectura clásica y moderna, nos quedamos boquiabiertos con la belleza de un paseo al lado del río Garona y disfrutamos de su gastronomía y sus vinos.
Si quieres saber más sobre Burdeos o tienes cualquier otra duda, puedes escribirnos por email a info@consejerosviajeros.com o dejar tus comentarios a continuación.