Un crucero por el Sena es uno de los viajes más románticos que puedes hacer. No sólo porque llegas a la ciudad del amor, París, sino por los preciosos paisajes que podrás admirar desde el barco, pasando por pueblos que deslumbran con un toque histórico.
París suele serla ciudad de inicio y fin de un crucero por el Sena. Aunque todo depende de la duración del mismo. Si es menos de una semana, puedes acabar en Honfleur, en la Normandía francesa. Si no, puedes regresar a la capital francesa en un idílico recorrido que pasa por Vernon, Rouen, desembarcas en las playas de Normandía y haces escala en Les Andelys.
Vernon suele ser una de las primeras escalas en tu crucero por el Sena si sales de París. Agazapada a orillas del río, a mitad de camino entre París y Rouen, la pequeña y encantadora ciudad de Vernon posee un notable patrimonio arquitectónico. Al ser un crucero fluvial tienes la gran ventaja que atracas casi en el centro de la ciudad. Ideal para disfrutar de sus principales atractivos a pie.
En Vernon destaca su imponente colegiata de Notre Dame, construida entre el siglo XI y finales del siglo XVI. Llama la atención su torre-linterna y el rosetón de la fachada. Pero alrededor de la iglesia se encuentran típicas mansiones antiguas que te maravillarán. Entre ellas, la magnífica Casa del Temps Jadis (el Tiempo Remoto), del siglo XV, hoy la oficina de turismo de Vernon. La torre alta de los Archivos, que era el torreón del antiguo castillo, el antiguo palacio de Le Moine de Bellisle, y el puente Clemenceau, desde donde hay una preciosa vista del Sena y el Viejo Molino de madera del siglo XVI, son igualmente visitas obligadas en Rouen.
Tu siguiente parada en tu crucero por el Sena suele ser Rouen, donde destaca su famosa Catedral de Notre Dame, de arquitectura gótica. Pero también es una delicia perderse en su casco histórico de calles peatonales y edificios medievales. Y llegar a la Plaza del Viejo Mercado donde fue quemada Juana de Arco. Para ello hay que atravesar la calle del Gros-Horloge, el Gran Reloj. Este es uno de los monumentos más emblemáticos de Rouen.
En tu recorrido a pie por Rouen puedes incluir una visita a la iglesia de Santa Juana de Arco, la Abadia de Sant Ouen, la Casa Sublime y el Tribunal de Justicia. Y si te interesan los Museos, hay numerosos a visitar en el centro de la ciudad.
Llegamos ya, en nuestro crucero por el Sena, a uno de los puntos históricos más importantes no sólo de Francia, sino del mundo. Las playas de Normadía. Aquí tuvo lugar el famoso desembarco de la Segunda Guerra Mundial en Junio de 1944. Aún hoy en día millones de visitantes vienen a rendir homenaje, en las playas del desembarco, a los soldados que liberaron Francia.
Las playas de Omaha, Utah, Sword, Juno y Gold beach componen este conjunto natural histórico. Cerca de la playa de Omaha se sitúa el cementerio norteamericano de Colleville, con 9387 lápidas. Un lugar muy emotivo. Y en la de Utah se puede visitar un museo que hace un recorrido cronológico de los hechos. En la Gold beach se encuentra el Museo del Desembarco y Arromanches 360, donde se recrea la historia de la Batalla de Normandía en formato cine.
Llegamos a la costa Atlántica en nuestro crucero por el Sena. Honfleur acoge tanto cruceros marítimos como fluviales. Sus pintorescas callejuelas y sus casas antiguas se conservan en un estado envidiable. Un verdadero placer perderse en su centro histórico, de coloridas casas de madera, tiendas, hoteles y restaurantes con gran encanto.
Un recorrido por Honfleur te lleva a pie por la Capilla de Notre Dame de Grace, las Casas Saties y la Iglesia y el Campanario de Santa Catalina. Y saliendo de la ciudad, vale la pena recorrer la Costa Florida con una parada en la estación balnearia más glamurosa de las costas francesas, Deauville. Aquí puedes pasear por “les Planches”, creado en 1923 a lo largo de la playa para permitir a las mujeres el disfrute del mar sin riesgo de manchar o mojar sus vestidos. Vale la pena visitar el Casino Barrière, considerado uno de los más bellos de Europa, y el Castillo del Breuil, impresionante, y sede de una de las más prestigiosas destilerías de Calvados.
Y si nuestro crucero por el Sena regresa a París, en el camino podemos hacer escala en Les Andelys. Este pequeño pueblo está dominado por la imponente silueta del Château-Gaillard. La ciudad se divide en dos barrios conocidos como Petit-Andely y Grand-Andely, y se ubica en uno de los parajes más destacados del valle del Sena.
La impresionante fortaleza medieval del Château-Gaillard ofrece una magnífica panorámica de los meandros del Sena y de la pintoresca orilla del Petit-Andely, que vale la pena recorrer siguiendo el agradable paseo que rodea el río. También hay que ver la colegiata de Nuestra Señora, en el barrio del Grand-Andely, un bello edificio de estilo gótico flamígero y renacentista, cuyo interior alberga unas espléndidas vidrieras del siglo XVI, un Entierro, y un magnífico buffet de órganos renacentistas de madera esculpida.
Y este crucero por el Sena regresa a París para disfrutar de los encantos de esta ciudad única.
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