Hacer el Camino de Santiago, aparte de sentimientos religiosos, es una experiencia vital. Algo que te deja huella de por vida. Y lo digo por haberlo vivido en primera persona. Pero hay algunos pasos recomendables a seguir antes, durante y después del Camino.
Hay cientos de Caminos. El Francés. El Primitivo. El Portugués. La Ruta de la Plata. El Inglés. O el del Fin del Mundo. Y hasta desde tu casa puedes iniciar tu propio Camino de Santiago. Pero todos ellos tienen su atractivo, su peculiaridad que lo hace una experiencia única. No se vive un Camino dos veces, aunque hagas el mismo.
Elegir una ruta u otra depende de tus factores personales. El más famoso es el Camino Francés, que se inicia en Roncesvalles. Decidir la época en la que vas a realizar la travesía es igualmente importante. Y el año, si es Año Santo o no. O cómo hacerlo. A pie. En bici. En caballo.
Antes de empezar tu Camino de Santiago te asaltan muchas dudas. Puedes recurrir a peregrinos que ya hayan hecho la ruta para resolver algunas de ellas. Pero si no conoces a nadie, hay algunas web que resultan de gran utilidad. A mí, particularmente, me encanta Pilgrim.es
Es una web de gran utilidad, con consejos de todo tipo. Desde explicarte qué ropa llevar para el Camino de Santiago, cómo prepararte físicamente para la ruta o cómo cuidar tu alimentación durante las diferentes etapas. Es un servicio que toca todos los aspectos importantes de esta aventura y que te ayudan a planificarla al detalle. E incluso ofertan traslados y envíos, tanto de equipaje como de bicicletas. O incluso alquiler.
Si tienes en mente hacer el Camino de Santiago y no sabes por dónde empezar, es una web en la que puedes encontrar respuesta a todas las dudas que se te pasen por la cabeza. Échale un vistazo.
Pero, a modo general, el primer paso del Camino es la preparación. Física y mental. Ten en cuenta que harás una media de 30 kilómetros al día (en mi primera etapa me hice 64, una locura). Antes de iniciar la ruta, empieza a hacer pequeñas caminatas para acostumbrar al cuerpo.
Muchas veces caminarás sol@, y es posible que haya etapas en las que, al llegar al albergue, te duelan tanto los pies que pensarás en abandonar. Ahí necesitarás preparación mental, fuerza, previsión de lo que puede ocurrir.
También es importante planificar las etapas. Saber de qué punto a qué punto harás cada día. Y claro, para esto tendrás que saber qué Camino de Santiago vas a hacer. Hay algunos más suaves y otros más difíciles. Y la distancia total. Desde dónde hasta dónde harás tu travesía.
Y antes de salir, preparar qué vas a llevar en la mochila. Lo más importante, calzado cómodo, y que sea flexible. Me he encontrado gente haciendo el Camino con botas militares, y claro, tuvo que abandonar porque tenía los pies destrozados.
Lleva la ropa justa. Normalmente harás etapas de mañana, llegarás al albergue para comer y tendrás la tarde libre para conocer el destino y lavar la ropa para los próximos días. Lleva prendas de algodón transpirables. El cuerpo debe de respirar para poder funcionar.
Y ten en cuenta si vas a viajar en grupo, sol@, con amigos, en familia o con mascotas. Y tus habilidades y movilidades. Eso marcará la ruta también.
Si vas sol@, como lo hice yo, desde el primer momento en el que inicias el Camino de Santiago en tu primer albergue te sentirás acompañado. Te cruzarás con muchos peregrinos. Harás tramos con ellos. Habrá gente que salga muy temprano y otros más tarde. Puede que llegues al albergue y estará lleno. Tendrás que buscar otro. Pero, a los pocos días, acabas coincidiendo con el mismo grupo en las mismas etapas. Acabarás esperando al grupo. Organizaréis la comida juntos. Os ayudaréis mutuamente.
Por eso digo que la experiencia del Camino de Santiago es vital. Te marcará. Te hará entender sentimientos de compañerismo, solidaridad. Ayudarás a quien lo necesite. Animarás a aquel que diga que no puede más. Lo vivirás interiormente. Lo sufrirás.
Y no sólo es llegar a Santiago, avistar desde el Monte do Gozo tu meta y emocionarte al ver la fachada de la Catedral. Puede que no quieras acabar esta experiencia y la continúes, hasta el Fin del Mundo, hasta Fisterra y Muxía. Este dicen era el verdadero final de los peregrinos que volvían con sus conchas de vieira (que sólo la debes de llevar al finalizar el Camino, no antes de hacerlo), y que recogían en la costa, no en Santiago. Yo os animo a hacer este tramo sin dudarlo.
Y una vez finalicéis el Camino de Santiago, revivirás los momentos difíciles y los felices con tus compañeros de viaje, esos que no conocías antes de iniciar la ruta y que ahora son casi tu familia.
El Camino de Santiago es una experiencia única. Te aconsejo que en vuestra preparación eches un vistazo a Pilgrim.es, donde puedes ver qué camino te conviene más de entre todos del listado. Y una vez en ruta, a disfrutar.
Si quieres más información sobre el Camino de Santiago o cualquier otra duda que tengas, puedes escribirnos por email a info@consejerosviajeros.com o dejar tus comentarios a continuación.
Foto de portada de http://www.millandasairas.com/