Capital en tiempos romanos y musulmanes, Córdoba es famosa por su Mezquita. Pero en sus calles esconde numerosos atractivos, no sólo monumentales, que valen la pena descubrir como un cordobés…o cordobesa!
La recomendación está clara! Pasar varios días en la ciudad. Pero si sólo tienes un día de visita en Córdoba, hay algunos puntos que no te puedes perder.
Está claro que debemos de comenzar nuestra visita a Córdoba por la Mezquita-Catedral. Un edificio lleno de historia, que comenzó siendo una de las Mezquitas más grandes del mundo musulmán y acabó convertida al culto católico como Catedral. Vale la pena dedicar tiempo a maravillarse con su interior, donde hoy puedes apreciar estas dos estructuras con un conjunto de arcos realmente impresionante. Es una maravilla que te cautivará.
Si acabas la visita a media mañana y con hambre, justo al lado de la Mezquita está el conocido Bar Santos, donde puedes tomarte una tapa de una tortilla gigantesca. Muy recomendable.
Y tras reponer fuerzas, recorremos el centro histórico de Córdoba. Calles con encanto como la Calleja de Las Flores y la Calleja del Pañuelo están a pocos minutos de la Catedral. Y plazas destacadas como la del Potro y la de la Corredera tienen que estar en nuestro recorrido. La Plaza de la Corredera es muy singular, edificada sobre una antigua villa romana llena de preciosos mosaicos y que hoy se exhiben en una sala del Alcázar de los Reyes Católicos. Cerca de esta plaza hay una reconstrucción de un templo Romano.
Casi ya es la hora de comer. Excusa perfecta para probar alguna de las especialidades típicas de Córdoba. El flamenquín, el rabo de toro y el salmorejo cordobés deben de estar en nuestra mesa. De hecho, en la ciudad hay una calle dedicada al salmorejo donde se explica la receta auténtica de esta exquisitez. Toma nota.
Ya por la tarde nos dirigimos al Alcázar de Córdoba. Un edificio militar e histórico, residencia de los Reyes Católicos durante años. Lo más bonito del Alcázar son sus jardines, por lo que merece la pena dedicar tiempo a pasear por ellos y disfrutar de sus patios.
Muy cerquita está la Judería de Córdoba, un conjunto de callejuelas llenas de encanto. Piérdete por ellas para descubrir edificios antiguos, precisos patios y lugares llenos de historia en los que cristianos, judíos y musulmanes fueron capaces de convivir pacíficamente.
Una ruta por la Judería te puede llevar por la Plaza de Maimonides. Justo al lado hay un acceso al Zoco municipal donde podrás disfrutar de un bonito patio andaluz. Por cierto, en mayo se celebra el concurso de la Fiesta de los Patios, por lo que es la época más espectacular para disfrutarlos. Cerca del zoco está la capilla mudéjar de San Bartolomé. Y desde aquí llegas a la Sinagoga, uno de los lugares más destacados de este barrio. Puedes pasar por la casa de Sefarad para conocer más del legado judío de Córdoba, y acabar este recorrido en la Puerta de Sevilla para tener una de las postales más bonitas de la muralla de la medina de Córdoba.
Si extiendes la jornada, puedes disfrutar de Córdoba de noche. Una visión totalmente diferente de lo visto por el día. Con una magia especial. Muy romántica. O puedes relajarte en unos baños árabes, en un auténtico hamman.
Como dijimos, lo recomendable sería disponer de varios días en Córdoba. Sobre todo porque puedes aprovechar también para hacerte una escapada al yacimiento arqueológico más importante de la provincia: Medina Azahara.
Nos hemos dejado mucho por ver y hacer en Córdoba. Pero hemos recorrido lo más destacado de la ciudad. Si tienes dudas o alguna pregunta, puedes escribirnos un correo a info@consejerosviajeros.com o dejar tus comentarios a continuación.