Ruta por Camboya más allá de Angkor Wat

Más allá del imponente conjunto de Angkor Wat, Camboya cuenta con preciosos atractivos por descubrir, como playas vírgenes en islas paradisíacas, delfines de río y ciudades fascinantes.

Camboya está rodeada por Tailandia, Vietnam y Laos. Puedes cruzar la frontera desde cualquier país, pero tendrás que pagar un visado muy particular.Nosotros cruzamos la frontera desde Laos y tuvimos que pagar 1U$ (el dólar USA es la moneda oficial en Camboya) por sellarnos el pasaporte de entrada. Lo curioso es que el oficial se negó a estampar el sello hasta que le diéramos un dólar nuevo. Y además, nos cobraron otro dólar USA por “un chequeo médico” para entrar al país, consistente en apuntarte con una luz y ya. Y a todo esto hay que sumarle los 20U$ del visado de entrada por tierra. Vamos, que hay que soltar billetes para entrar. Y billetes nuevos, claro.

Una vez en Camboya, nuestro primer destino fue Kratie. La ciudad es tranquila y agradable, con antiguos edificios coloniales en piedra de la época francesa. Y unas vistas impresionantes al río Mekong.  Sin grandes atractivos por visitar, salvo recorrer pausadamente sus calles y su mercado matinal, la excusa de parar aquí es conocer los delfines Irrawaddy del Mekong, delfines de agua dulce con morro redondeado y sin nariz. Para ello hay que ir hasta Kampi, y aquí tomar un bote que recorre parte del río. Es una experiencia que vale la pena, pero sobre todo al atardecer, cuando disfrutas, a la par, de una preciosa puesta de sol.

Nuestra siguiente parada en Camboya es su capital, Phom Penh. Llegamos por carretera a través de paisajes planos y muy verdes, con numerosas vacas que obligan a parar el bus mientras cruzan. A ambos lados, enormes campos de arroz.

Phom Penh es una ciudad animada, con un tráfico horrible y conductores de tuk-tuk muy pesados (como en casi toda Asia). Pero la gente es agradable, risueña, y dispuesta a conversar.

La capital de Camboya es una ciudad de grandes y largas avenidas, a orillas del río Mekong. Pero cuenta con una historia muy dramática, marcada por el horror del Khmer Rojo, un Gobierno dictatorial que dominó el país de 1975 a 1979. Durante estos cuatro años se produjo un genocidio camboyano, torturando y matando a miles de civiles. Esto se puede experimentar en Los Campos de la Muerte de Phom Penh. Un recorrido sobrecogedor con restos de huesos de personas asesinadas y sometidas a trabajos forzosos horrorosos. Aún se pueden ver también tumbas masivas.

Estos Campos de la Muerte están en las afueras de la ciudad. Pero en el centro de la capital todavía puedes volver a experimentar lo cruel y perverso que puede ser el ser humano. En la Prisión S21, o Museo Tuol Sleng, puedes ver las celdas en la que se torturaban de forma extrema a sus prisioneros, viviendo en condiciones infrahumanas.

Esta visita te deja unas sensaciones escalofriantes. Brutales. Algo que se alivia ligeramente recorriendo otros atractivos de la ciudad, como el Estadio Olímpico o el Monumento a la Independencia. Aunque el atractivo principal de Phom Penh es el Palacio Real, un impresionante conjunto de templos, jardines y palacios camboyanos de gran voluptuosidad.

Puedes completar tu recorrido por la capital de Camboya visitando el Museo Nacional, el Wat Ounalom y el Wat Phom, perderte por sus bellas calles arboladas, con edificios en piedra, o adentrarte en sus vivos y coloridos mercados. Una ciudad muy agradable con una historia trágica.

Si buscas playas en Camboya, tienes que ir a Sihanoukville. Y aquí llegamos. Aunque es un destino muy turístico, de los que buscan sol, alcohol y fiesta. Al principio puede llegar a ser repelente, con una playa abarrotada de gente y basura, la de Serendipity Beach. Hay otras playas más tranquilas y agradables sobre un bello litoral rocoso, pero en su mayoría están ocupadas por hoteles y bungalows de lujo. La más bonita, Sokka Beach. Pero también puedes explorar la más tranquila villa de Kampot, el Parque Nacional de Bokor o escaparte a islas paradisíacas de arena reluciente como Koh Rong, frente a Sihanoukville.

Y de la costa, al interior, para llegar a uno de los grandes atractivos de Camboya: Angkor Wat. En este artículo te contamos todo lo que debes y puedes hacer en este espectacular destino, que puedes visitar desde Siem Reap, una agradable ciudad con poco que hacer. Sin duda, la principal atracción es recorrer la antigua capital de uno de los mayores reinos de la historia, con numerosos restos históricos y artísticos por ver y recorrer. Puedes dedicarle a visitar Angkor Wat de uno a tres días. Léete el artículo.

Si quieres ampliar tu estancia en Siem Reap no sólo a Angkor Wat, es muy recomendable una escapada a Anlong Veng y al Templo de Prasat Preah Vihear. La primera es una ciudad polvorienta bastión del Khmer Rojo. Se dice que aquí viven refugiados algunos terribles mandatarios de aquel régimen dictatorial, y puedes visitar lo que fue la casa del depravado general Ta Mok o la tumba del genocida líder Khmer Pol Pot, a escasos metros de la frontera con Tailandia.

Y justo en esta frontera, pero en lo alto de una montaña, se encuentra el impresionante Templo de Prasat Preah Vihear. Es una zona de enfrentamiento entre Camboya y Tailandia, por lo que hay numerosos militares y trincheras con ametralladoras. Al conjunto se entra por una majestuosa escalera, y parece un viaje al pasado. Cinco templos en ruinas, pero que conservan gran esplendor y ofrecen unas vistas espectaculares, sobre todo la panorámica desde el templo superior.

Y antes de dejar Camboya y entrar en Tailandia, otro destino que merece la pena visitar es Battambang, una tranquila ciudad con bellos edificios coloniales franceses. La avenida que da al río es una delicia. Pero lo más bonito es recorrer los alrededores de Battambang. Ek Phom son las ruinas de un antiguo templo al final de un bello camino de casas de madera y escuelas llenas de risueños niños. Y Wat Banan conserva cinco torres que recuerdan a Angkor Wat, pero desde lo alto hay unas hermosas vistas. Otro atractivo es Phom Sampeau, un conjunto de sorprendentes cuevas, alguna enorme con gigantescas estalactitas y estatuas de Buda en su interior. Una de ellas es la Cueva de la Muerte (Killing Cave), donde durante el régimen Khmer mataron y enterraron a miles de personas. Aun así, lo que más impacta de Phom Sampeau son las espectaculares vistas desde lo alto.

Completamos así esta fascinante ruta por Camboya. Un país pobre con gente risueña, amable y encantadora. Con maravillas naturales e históricas únicas.

Si te ha quedado alguna duda sobre este viaje o tienes cualquier pregunta, puedes escribirnos por email a info@consejerosviajeros.com o dejar tus comentarios a continuación.

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