Uruguay es un país pequeño en comparación con sus vecinos. Un estado donde hay más vacas que gente. Donde la población es casi la misma año tras año. Pero un destino con paisajes de contrastes únicos.
Desde la considerada mejor ciudad de Sudamérica para vivir, Montevideo, a paisajes vírgenes y salvajes como Cabo Polonio o Punta del Diablo. Recorremos Uruguay, el país más pequeño de Sudamérica después de Surinam.
Y empezamos nuestra ruta por el país en Montevideo, la capital de Uruguay. Aunque si estás en Argentina, desde Buenos Aires es muy fácil llegar al país charrúa. Simplemente hay que cruzar el Río de La Plata en barco y llegas a Colonia, por lo que puede ser otro punto de inicio.
Montevideo está considerada la mejor ciudad de Sudamérica para vivir. Los motivos: su nivel de seguridad, la calidad de la sanidad y la educación y el buen entretenimiento. Es un importante centro de negocios y comercio. Y su vida gira en torno a la Plaza Independencia. La Plaza Zabala y el Mercado del Puerto son atractivos donde degustar la gastronomía uruguaya. No te puedes perder un buen asado típico de vacuno o el famoso chivito, un bocadillo de filete de ternera.
Los principales atractivos de la capital se concentran en la Ciudad Vieja. Y si eres amante del futbol, tienes que acercarte al famoso estadio Centenario de Montevideo.
Si vienes de Buenos Aires y empiezas la ruta en Uruguay por Colonia, tendrás la oportunidad de descubrir una joya del patrimonio colonial uruguayo. De estilo portugués, sus fundadores, hoy es una pintoresca ciudad con mucho encanto y muy bien conservada. Entre sus atractivos no puedes dejar de visitar el Faro, el Convento de San Francisco, la Puerta de la Ciudadela o la Casa del Virrey. Piérdete por las calles adoquinadas de su casco histórico, con casas bajas alumbradas con farolillos y coches de época aparcados que te transportarán en el tiempo.
Nuestra próxima parada en Uruguay sigue estando en la costa. Llegamos a Punta de Este. Es, sin duda, el lugar más glamuroso del país. En verano se llena de brasileños y argentinos, de famosos de todo el mundo y uruguayos de la alta sociedad. Destaca por sus playas. Algunas tranquilas como playa Mansa, y otras con gran oleaje, ideales para el surf, como playa Brava. Y precisamente aquí se encuentra el monumento más famoso de la zona: La Mano en la Arena, una enorme escultura que emerge de las profundidades de la tierra.
Hoteles, playas, lujosos yates y la mayor colonia de lobos de mar de América del Sur forman el paisaje de Punta del Este. Aunque también puedes recorrer las cercanas regiones de La Barra, Manantiales, José Ignacio o Punta Ballena. Pasarás de lo sofisticado a lo naturista, de lo bohemio a lo chic. Todo en la misma costa.
Pero, sin duda, uno de las grandes sorpresas de Uruguay es su costa más salvaje. Cabo Polonio es una de las maravillas imprescindibles (más info en este artículo). Perderse en sus dunas de arena o contemplar a los leones marinos son experiencias inolvidables.
Resulta complicado llegar a esta aldea de pescadores, de pequeñas casetas destartaladas. No hay carretera asfaltada. No hay luz. No hay agua corriente. Y se encuentra entre montículos de arena. Coronada por un faro solitario del siglo XIX. Con preciosas vistas al Océano. Lo salvaje te domina.
Y no abandonamos lo salvaje. Continuamos por la costa de Uruguay hacia Brasil. Punta del Diablo es otro de los imprescindibles de Rocha. Es un destino de gente joven, de ambiente hippie, con bares y locales de artesanía. Hay numerosas playas oceánicas, salvajes, donde se levantan casitas pesqueras para acampar y vivir al aire libre. Pero también hay fiestas y discotecas abiertas hasta el amanecer.
Tampoco te puedes perder el Parque Natural de Santa Teresa y su fortaleza. Un lugar donde la historia y la naturaleza se fusionan. Una enorme extensión de bosques, playas y piscinas semi-naturales. Destaca la Fortaleza de Santa Teresa, del siglo XVIII, construida por los portugueses.
Pero no todo es costa en Uruguay. El interior del país es el sueño de cualquier amante de la naturaleza, lleno de extensos espacios abiertos. Las infraestructuras turísticas son rudimentarias, pero en esto radica su encanto, en estos parajes poco visitados, como el Valle del Lunarejo y la Quebrada de los Cuervos.
Las enormes haciendas del interior del país son un icono cultural uruguayo. Y se han convertido en una de las grandes propuestas turísticas para disfrutar del auténtico espíritu de Uruguay. La región de Salto es un lugar tranquilo, territorio de gauchos y visitada por viajeros en busca de sus fuentes termales.
Y cuando viajes por Uruguay, mézclate con los locales. Bebe mate. Endúlzate con alfajores rellenos de dulce de leche. Come empanadillas. Entérate de lo que es un buen chivito uruguayo.
Uruguay, un país de paisajes sorprendentes, pequeño y fácil de recorrer en pocos días. Un estado olvidado entre los grandes de Sudamérica pero con enorme encanto que no te puedes perder.
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