Machu Picchu es uno de los grandes destinos mundiales. Una maravilla que hay que visitar una vez en la vida. Y una manera única de hacerlo es a través del Camino del Inca.
Puedes llegar a Machu Picchu en tren. O en bus. Pero ninguno te recompensa hacerlo como lo hicieron los incas durante siglos. Esos 43 kilómetros que se conocen como el Camino del Inca.
Esta travesía a pie que te lleva desde Cuzco hasta la Puerta del Sol, entrada a Machu Picchu, es el recorrido peatonal más famoso de América. El camino te sorprende con una belleza natural espectacular, vistas majestuosas y escalones de piedra milenarios. Y estás recorriendo parte de esa red de caminos que los incas idearon en Sudamérica por países como Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, Argentina y Colombia. En total unos 30 mil kilómetros de caminos.
El Camino del Inca se descubrió en 1915 y se trazó definitivamente en 1942. Desde entonces numerosos visitantes recorren estos 43 kilómetros que pasa por sitios como las ruinas de Llactapata o los recintos arqueológicos de Runkurakay, Saycamarca, Phuyupatamarca y Wiñaywayna hasta llegar a la espectacular ciudadela de Machu Picchu.
Antes de lanzarte a recorrer el Camino de Inca tienes que saber algunas cosas importantes. Hay varias versiones del recorrido. El Clásico son 4 días y 3 noches para hacer 43 kilómetros de caminata. Pero hay otro más corto de 2 días y una noche con sólo 12 kilómetros. La recompensa es la misma. Llegar a la Puerta del Sol y asombrase con las espectaculares vistas de la ciudadela.
Pero es importante saber escoger el momento para lanzarte a la aventura. Febrero es el único mes que no se puede hacer al estar cerrada la travesía por mantenimiento. Los meses más fríos y secos son de mayo a septiembre. Quizá el mejor momento. Pero también el más demandado. Por eso es muy importante reservar con mucha antelación.
Lo recomendable sería hacer la previsión a 6 meses vista. Y además, en este tiempo puedes ponerte en forma, ya que es un recorrido duro, en altitud y con desniveles. Sólo puedes realizar el Camino del Inca con agencias autorizadas. Y el precio oscila entre los 300€-400€ para las rutas de dos días, y los 400€-500€ para las de cuatro. En este paquete te suelen incluir la tienda de campaña, la comida, el cocinero, los porteadores del equipo (aunque cada uno lleva su mochila y su saco de dormir), la entrada de un día a las ruinas de Machu Picchu y el viaje de regreso en tren a Cuzco.
Como dijimos, hay varias versiones del Camino del Inca. La larga, de cuatro días, que pasa por grandes montañas y precipicios, comienza en Cuzco. La primera etapa llega hasta Wayllabamba en un recorrido de 13 kilómetros, aunque estos se cuentan desde el kilómetro 82 de la vía férrea que conduce a Machu Picchu, a dos horas y 30 minutos en bus desde Cuzco. Se asciende hacia el valle de Cusichaca y se recorren las ruinas de Llactapata hasta alcanzar el pueblo de Wayllabamba, a 3000 metros sobre el nivel del mar.
El segundo día se recorren 11 kilómetros de Wayllabamba a Pacaymayo. Es una jornada difícil, de gran exigencia física con ascensos hasta los 4200 metros en Warmiwañuska, el “Paso de la mujer muerta”. Desde aquí se puede ver el recinto arqueológico de Runkurakay.
La tercera etapa va de Pacaymayo a Wiñay Huayna. Son 16 kilómetros de descenso vertiginoso hasta el valle del río Pacaymayo. El tramo baja por una pendiente escalonada de casi 1600 metros hasta el recinto de Sayaqmarca, con unas espectaculares vistas.
El último día, de Wiñay Huayna a Machu Picchu, son 3 kilómetros de sorpresas. Puedes asombrarte con restos incas impresionantes como Phuyupatamarka o Wiñaywayna antes de llegar al Intipunku o la Puerta del Sol. La recompensa está aquí. La Ciudad Perdida de los Incas, Machu Picchu, a tus pies.
El Camino del Inca de dos días comienza con una empinada ascensión desde el kilómetro 104 hasta Wiñay Wayna, y al día siguiente se hace el tramo hasta Machu Picchu.
Si no quieres hacer el camino, hay otras alternativas, como una excusión que te llevan a Ollantaytambo por el espectacular valle de Lares a través de pueblos agrícolas andinos, yacimientos arqueológicos incas poco conocidos, exuberantes lagunas y gargantas de río. De aquí tomas el tren a Aguas Calientes para subir a Machu Picchu. El paisaje montañoso es realmente impresionante.
Hacer el Camino del Inca no sólo tiene una recompensa visual y paisajística desbordante, sino que te toca espiritualmente. Es una de esas experiencias que te marcan de por vida.
Si te han quedado dudas sobre esta ruta, puedes contactarnos por email a info@consejerosviajeros.com o dejar tus comentarios a continuación.