Decadente pero con encanto. Asociada a la mafia. Pero con atractivos naturales e históricos que no hay en ninguna otra parte de Italia. Sicilia, un destino sin igual.
Sicilia es la séptima mayor isla de Europa. Para conocer todos sus atractivos se necesita tiempo, al menos tres semanas. Pero te descubriremos lo mejor de Sicilia en 10-15 días.
Moverse por Sicilia puede ser un poco caótico. Palabra que califica muy bien este destino. Un caos bello. El transporte público es complicado, por lo que lo mejor es hacer una ruta circular en coche alquilado. Puedes llegar a Sicilia bien en vuelo o bien cruzando el estrecho de Messina en barco. Y la mejor época sería evitar la temporada alta de verano, ya que hay demasiados visitantes y el calor puede ser asfixiante.
Con una historia marcada por los árabes, los griegos y los españoles, Sicilia es una isla de montañas y volcanes, de preciosas playas, de templos e iglesias y de curiosas ciudades.
Si empiezas la ruta circular a Sicilia después de cruzar el estrecho de Messina, la primera parada tiene que ser Taormina. La capital turística de la isla es visita obligatoria, aunque en pleno verano se masifica. Ubicada en una espectacular terraza frente al mar, acoge el teatro griego más famoso de Sicilia, con unas vistas deliciosas. Pero además de restos históricos, Taormina te cautiva por su belleza natural. Además del Teatro Greco no te puedes perder la Piazza del Duomo, la Chiesa de San Giusseppe y las vistas desde Castelmola.
Pero, antes de llegar a Taormina puedes hacer una breve parada en Savoca, un pintoresco pueblo medieval donde se rodó la película de El Padrino, con el conocido Bar Vitelli. Y entre Taormina y Catania se encuentra el Monte Etna, otro destino imprescindible. Es un volcán activo, y mucho. Y desde du cima el paisaje resulta espectacular, muy agreste y singular, con una panorámica casi completa de toda Sicilia.
Catania es uno de los grandes núcleos de Sicilia. Una ciudad universitaria, algo decadente, como muchas del sur de Italia, pero con su encanto. Encanto que radica en calles estrechas y en sus mercados callejeros. La Catedral de Catania, en la Piazza del Duomo, es el atractivo principal de la ciudad. Y cerca está Aci Trezza, conocida por las peculiares formaciones rocosas volcánicas llamadas Fagalioni dei Ciclope.
Bajando por la costa este llegas a Siracussa, uno de los destinos más atractivos de la isla. Los restos arqueológicos del Parco della Neapolis y la isla de Ortigia son sus grandes reclamos. Aquí te sorprenderán sus iglesias, la Piazza del Duomo, la fachada de la Catedral y la Fontana de Aretusa. Y entre los restos arqueológicos, el Teatro Greco y el espectacular anfiteatro romano son maravillas para apreciar. La belleza griega de Siracussa te deja huella.
Próxima parada, Noto. Una ciudad que no te dejará indiferente por sus edificios barrocos, sus balcones y sus escalinatas. Aunque también puedes incluir otros destinos como Ragusa, Ávola, Módica o Caltagirone, una preciosa ciudad barroca que puedes visitar de camino a la Villa Romana del Casale, hacia el interior de Sicilia. Por cierto, que en Caltagirone no te puedes perder las vistas desde la Scalinata de Santa Maria del Monte. Y en la Villa Romana de Casale disfruta de sus mosaicos, una obra única.
De nuevo hacia la costa llegas a Agrigento, donde se encuentran los templos griegos mejor conservados del mundo. El Valle de los Templos es una visita obligatoria en tu ruta por Sicilia.
Cerca de Agrigento está la Scala dei Turchi, una curiosa formación rocosa, de color blanco, en forma de acantilado costero con pequeños escalones. Y a ambos lados, playas de arena fina.
Antes de llegar a Palermo, puedes hacer una visita a la Riserva Naturale Orientata dello Zingaro, con preciosos acantilados sobre el mar, pequeñas bahías con playas paradisíacas y una fauna local única.
La capital de Sicilia, Palermo, es otra de las ciudades decadentes del sur de Italia. Pero con un encanto especial. Ruidosa. Caótica. Su belleza radica en esta mezcla desordenada de cosas. Fue hogar de fenicios, griegos, romanos, árabes, normandos o españoles que dejaron su huella en la ciudad. La Catedral di Monreale, la Fontana Pretoria o sus mercados deben de ser visitados.
Y ya de vuelta por la costa norte, otra parada obligatoria es Cefalú. Con numerosas playas y pueblos pesqueros en sus alrededores, Cefalú es el más atractivo por sus callejuelas medievales, su fantástica playa (evítala en pleno verano) y sus aguas azules.
Desde la costa norte de Sicilia, pero con más tiempo, puedes hacerte una escapada a las islas Eolias, famosas por sus playas. Aunque entre ellas destaca Stromboli. No hay coches en esta isla, sin prisas, con diminutas casas blancas y calles estrechas en un pueblo pesquero bajo la sombra de un volcán siempre en erupción.
Y ya así completas la ruta circular por Sicilia de regreso a Messina. Por cierto, no te olvides de disfrutar de la gastronomía local como los Arancini, los Cannoli o los famosos Dolci di Pistacchio.
Si te ha quedado alguna duda sobre esta ruta o tienes cualquier pregunta concreta, puedes escribirnos por email a info@consejerosviajeros.com o dejar tus comentarios a continuación.