Un viaje a Hong Kong es un viaje de contrastes. Sorprendente. El Buda al aire libre más grande del mundo, aldeas flotantes, tradiciones ancestrales, mercados impredecibles y rascacielos impresionantes. Esto es Hong Kong.
Hong Kong es un país independiente pero todavía bajo la influencia de China. Se compone de varias islas, siendo Hong Kong una de ellas y la que da nombre al estado. Y recorrerlas todas tiene su recompensa.
La isla de Kwoloon es la más grande. Se trata de un conglomerado de rascacielos que se empujan unos a otros. La vida es agitada. Y las calles están saturadas de personas. Desde el Paseo de las Estrellas de Kwoloon obtenemos espectaculares vistas de la isla de Hong Kong. Su distrito financiero, con gigantescos edificios de cristal, dominan el perfil de la ciudad.
Y desde este Paseo podemos disfrutar, cada noche a las ocho de la tarde, del espectáculo de luz y color que baña Hong Kong cada día. Sus edificios se iluminan al son de la música.
Y es en Kwoloon donde podemos visitar los principales templos de Hong Kong, como el de Tin Hau. Esto nos recuerda la influencia de China. Sus templos están construidos según las tradiciones religiosas chinas. El incienso domina el ambiente. La decoración es opulenta.
Pero si por algo es conocida Kwoloon es por sus mercados. De todo tipo podemos encontrar en esta isla. Los más conocidos son el mercado de Jade, el de las flores, el mercado nocturno de Temple Street y el Mercado Mojado. Este último se refiere a los productos frescos. El resto, se definen por su nombre.
Pero, para compras en Hong Kong, la calle principal es Nathan Road, la más grande y larga del país. Los hongkonianos son unos apasionados de las compras, sobre todo de las tecnologías. Todo lo que busques lo puedes encontrar aquí.
Y si saltamos a la isla de Hong Kong, a la que podemos cruzar en ferry (muy barato y frecuente), regresamos de nuevo a los contrastes. En su distrito financiero se concentran los edificios más impresionantes del estado. Pero también templos muy famosos, con el de Man Mo, que nos sirve de nuevo para sumergirnos en las tradiciones chinas. Y basado en sus tradiciones y costumbres también se construyó el Hall Ancestral de Tang Chung Ling. Este edificio es un recordatorio del estilo de vida chino y de sus usos políticos.
Pero una visita a Hong Kong no está completa sin subir al Monte Victoria. El tranvía sale de la isla de Hong Kong, y las vistas una vez arriba son espectaculares. Se puede admirar todo el puerto, sus impresionantes rascacielos y, si el día está claro, las islas de los alrededores.
Y al regresar, podemos visitar la aldea flotante de Aberdeen, donde se mantienen algunas de las viviendas tradicionales del país y es famosa por sus restaurantes flotantes.
Pero, si queremos sorprendernos con aldeas flotantes, tenemos que ir a la isla de Lantau. Aquí nos sorprende la Venecia de Hong Kong, el poblado de Tai O. Se trata de una aldea pesquera tradicional, con casas construidas sobre pilones de madera y canales entre ellas. Y no lejos llegamos al Monasterio de Po Lin y la estatua al aire libre de Buda más grande del mundo. Su presencia intimida.
Para llegar a Lantau podemos ir por tierra o tomar el teleférico de Ngong Ping 360. Este último sería mi recomendación, ya que las vistas desde el aire son asombrosas. Y además, antes podemos disfrutar de más vistas espectaculares dese la plataforma de Tsing Yi, desde donde podemos ver el puente flotante más grande del mundo, Tsing Ma.
Y si buscamos playas, la verdad, Hong Kong no es el mejor destino. Pero podemos acudir a Repulse Bay, por lo menos para un baño. Y todavía nos quedan los Nuevos Territorios por recorrer, donde podemos descubrir la vida tradicional de Hong Kong. Casas de madera y edificios con pisos minúsculos, casi como jaulas, se encuentran en esta zona. También es, junto con Kwloon, donde podemos degustar la comida tradicional local. Pero antes, echar un vistazo al menú.
Y todavía nos queda Macau, de influencia portuguesa y llena de casinos. Hong Kong sorprende. Es un país de contrastes. Pero tiene algo que te engancha. Cada nueva visita, descubres algo nuevo. Y siempre quieres volver. O estás esperando a regresar.
Si quieres saber más de Hong Kong, cómo llegar, cómo moverte, más recomendaciones, escríbenos a info@consejerosviajeros.com o deja tus comentarios a continuación.
Y si te ha gustado este artículo, compártelo. Se agradece.