Ruta por la Costa de Málaga, mucho más que la Costa del Sol

La Costa de Málaga es mucho más que la Costa del Sol. Pueblecitos costeros con mucho encanto, playas acogedoras y rincones montañosos únicos nos sorprenden en esta región famosa por su turismo y su lujo.

La Costa del Sol abarca desde los límites con Granada hasta Gibraltar. Pero nosotros nos centraremos en la Costa de Málaga. En pocos días es posible explorar esta preciosa región costera. Pero añade alguna escapada al interior, a pueblos de montaña con mucho encanto.

Es conveniente disponer de coche propio para esta ruta que comenzamos en Maro, con el espectacular Paraje Natural de los Acantilados. Calas de difícil acceso entre abruptos acantilados y terrazas de cultivo a gran altura forman una postal preciosa. Y desde aquí, no te puedes perder las impresionantes Cuevas de Nerja, a las que la próxima semana dedicaremos un artículo muy especial, acompañados de uno de los hijos del descubridor de las cuevas.

El pueblo de Nerja está muy cerquita. Famoso por ser el lugar donde se rodó la mítica serie Verano Azul, también se le conoce como el Balcón de Europa. Su casco histórico es una maravilla de casas blancas, con una arquitectura típica de la Costa de Málaga. Y las vistas desde el Balcón son asombrosas, con un fascinante litoral salpicado de playas.

Pero uno de los rincones más bellos de esta región no está en la costa. Hay que dirigirse al interior y llegar hasta Frigiliana. Una preciosa villa que te dejará boquiabierto con sus calles empinadas, callejuelas estrechas, rincones con flores y unas vistas asombrosas. Es, sin duda, uno de los pueblos más bonitos de la Costa de Málaga, y eso que está a unos 10 kilómetros hacia el interior.

Siguiendo nuestra ruta, pasamos por Torrox, también de estrechas y empinadas calles. Destaca aquí el conjunto arqueológico del Faro, con una necrópolis, unas termas y una villa romana.

Y los siguientes pueblos de la Costa de Málaga los puedes utilizar de paso o para hacer breves paradas. Rincón de la Victoria esconde tesoros como el Castillo de Bezmiliana o la Cueva del Tesoro, una gruta marina con pinturas rupestres. Parada ideal para comer en algún chiringuito de playa.

Torremolinos es la capital de la Costa del Sol, obviando la ciudad de Málaga, claro está. Hoy está absorbido por gigantescos hoteles turísticos, aunque conserva parte de su encanto en el barrio marinero de La Carihuela. Algo similar ocurre con Benalmádena, ocupado por multitud de hoteles, campos de golf, casino y el puerto deportivo.

Y para aquellos que buscan playas y actividades de submarinismo, Fuengirola supone una parada ideal. Además, conserva algunos restos históricos como el Castillo árabe de Sohail, así como termas y villas romanas.

Pero otro de los pueblos que no te puedes perder en tu ruta por la Costa de Málaga es Mijas. Distingue entre La Cala, con su playa, y el pueblo, a los pies de la serranía. Su casco histórico, típico andaluz de casas blancas, y sus espectaculares miradores te maravillarán. Perderse entre sus estrechas calles adoquinadas, de casas adornadas con flores en su fachada, y descubrir impresionantes miradores tienen su recompensa. Se trata, sin duda, de uno de los pueblos más pintorescos de la Costa malagueña.

Y llegamos a Marbella, destino de lujo de la Costa de Málaga. No te pierdas su casco histórico, con gran encanto y belleza, de preciosas plazas y calles encaladas, antes de descubrir su hermosa bahía y sus lujos. Puerto Banús es lugar de postureo y punto de exhibición de coches y yates inalcanzables para la gran mayoría. Núcleo de las compras y la vida de ocio.

Pasando por San Pedro Alcántara, lugar donde todo aquel que conoces vive o ha vivido, nos dirigimos a Ronda. Y aunque esta localidad no está en la costa, bien valen la pena los 50 kilómetros de desvío. Dominada por su impresionante tajo, esta ciudad tiene innumerables rincones preciosos que nos deleitan con fascinantes vistas, una plaza de toros histórica y unos baños árabes arqueológicos. No te la pierdas.

Y de regreso a la Costa de Málaga, pasamos por Estepona, un importante puerto comercial en la época fenicia. Destaca su playa urbana y su puerto deportivo. Muy cerquita está Sotogrande, famoso destino de jugadores de golf y cuya marina resulta muy curiosa para descubrir. Aunque esto ya pertenece a Cádiz.

Pero antes de dejar la Costa de Málaga, puedes disfrutar de pueblos más tranquilos como Manilva y Casares. Este último es todo un descubrimiento, muy coqueto y con una vistas asombrosas. Manilva destaca por sus playas, su puerto deportivo y por el imponente Castillo de la Duquesa. Y además, por sus viñedos, con su fiesta de la vendimia.

Y así concluimos nuestra ruta por la Costa de Málaga. Desde Maro hasta Sotogrande. De los límites con Granada a los de Cádiz. Una costa conocida pero sorprendente, de la que si quieres saber más o tienes cualquier duda puedes dejarnos tus comentarios o escribirnos por email a info@consejerosviajeros.com

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