Cuevas de Nerja, una travesura histórica

Hace unos días tuvimos la gran suerte de visitar las Cuevas de Nerja de la mano de Miguel Muñoz, uno de los hijos de aquellos cinco niños que descubrieron esta maravilla, hoy Patrimonio Histórico de España, como una travesura.

Miguel Muñoz es el hijo primogénito de Miguel Muñoz. Su nombre así no nos dice nada. Pero su historia está muy relacionada con las impresionantes Cuevas de Nerja. La catedral prehistórica.

Miguel Muñoz era uno de los cinco niños que en 1959 faltaron a clase y decidieron salir a cazar murciélagos. Los otros cuatro eran su hermano Manuel y sus compañeros José Luis Barbero, Francisco Navas y José Torres. Conocían una zona donde abundaban estos animales. La conocida como La Mina del Cementerio. Asombrados por una gran bandada que salía de una pequeña grieta, decidieron aventurarse por un estrecho pasadizo hasta llegar a una enorme sala. Descubrieron, con esta travesura, lo que ellos llamaron la Cueva de las Maravillas. Hoy son las espectaculares Cuevas de Nerja.

El hijo primogénito de Miguel Muñoz, con su mismo nombre y apellido, actúa hoy de guía en esta maravilla natural. Tuvimos la gran suerte de que nos llevara por esta imponente estructura gracias a Luis Efrén Fernández, arqueólogo de la Fundación que hizo posible esta visita tan íntima y especial a las Cuevas de Nerja.

Miguel nos enseña esa rendija por la que se aventuraron su padre, su tío y sus tres amigos. Un espacio minúsculo. Dice que tanto al entrar como al salir, los niños se mancharon enteros y hasta rasgaron sus ropas. Llegaron hasta la primera de las seis salas que hoy forman las Cuevas de Nerja y salieron asustados ante la majestuosidad del espacio, el miedo a los animales que ahí habitaban y no veían y porque apenas tenían luz.

E inmediatamente después de descubrir esta maravilla y que ellos ignoraban, se dirigieron a la escuela. Los niños se lo contaron a su profesor, Carlos Saura. Excitados, gritaban: “¡Hemos descubierto una cueva, don Carlos!”, “¡Es una maravilla!”, “¡Hemos visto huesos!”, “¡Tiene que venir a verla!”. Y claro, al principio nadie les hizo caso a estos niños. Una travesura, pensaba. Pero finalmente, el maestro Carlos decidió acompañarlos. Así comenzó todo. El descubrimiento de las Cuevas de Nerja, una travesura infantil hoy Patrimonio Histórico.

Y Miguel nos lleva por la entrada, la que en su momento era la salida. Nos cuenta que su padre y sus amigos tuvieron mucha suerte de salir con vida de aquella aventura. No eran los primeros que habían bajado hasta las salas pero no había podido encontrar la salida al quedarse sin luz. “Totalmente a oscuras es imposible orientarse”, nos dice. Los huesos que encontraron los cinco niños eran huesos humanos. La hoy conocida como Sala de los Fantasmas los asustó por las formas fantasmagóricas de las estalactitas. Y salieron apurados antes de que se quedaran sin luz en la pequeña linterna que llevaban.

Sin embargo, no fue en la primera visita del profesor con los niños cuando se descubriría al mundo las Cuevas de Nerja. Fue en la segunda, cuando un fotógrafo de Nerja, José Padial, los acompañó y sus fotos se publicaron en el Diario Sur unos cien días después. La espectacularidad de la instantánea hace que las Autoridades tomen en serio este descubrimiento y empiecen su exploración. Su importancia científica y monumental es hoy una evidencia.

Las cuevas se abrieron al público en 1960. El padre de Miguel Muñoz trabajó como guía durante numerosos años. “Se conoce cada sala de memoria”, nos dice. Aunque cada vez que vuelve a bajar, cada vez menos, siempre descubre una forma nueva, una figura nueva que forma alguna estalactita o estalagmita.

Y es que las Cuevas de Nerja sólo están abiertas al público en parte. De las 6 salas principales, solamente la primera, una tercera parte, se puede visitar, a su vez subdividida en galerías. El resto de la gruta sirve para investigaciones científicas y arqueológicas, con restos históricos de vital importancia. Labor fundamental que realiza la Fundación.

Pero, aun así, resulta fascinante recorrer el interior de las galerías. Su majestuoso espacio, sus formas geológicas, su historia resulta asombrosa. En verano se celebran conciertos en la Sala del Ballet o de la Cascada, con capacidad limitada. Un evento excepcional.

Las Cuevas de Nerja abarcan casi 5000 metros de grutas y pasillos, con una superficie total de 35,500 metros cuadrados. Supone una maravilla histórica, con más de 20,000 años de antigüedad, y arqueológica, con pinturas rupestres incalculables, que toda persona que pase por Maro o Nerja debe de visitar.

Si quieres saber más sobre las Cuevas de Nerja o tienes cualquier duda sobre este u otro destino, puedes contactarnos por email a info@consejerosviajeros.com o dejar tus comentarios a continuación.

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