Bélgica es pequeña. Fácil de recorrer. Tiene pueblos con mucho encanto, ciudades sorprendentes y un olor característico: a chocolate y gofre. Y más de mil tipos de cervezas. ¿Qué más quieres?
Desde preciosas ciudades medievales como Brujas, a otras que parecen de cuento de hadas como Gante. Sin olvidarnos de la capital europea, Bruselas. Recorremos Bélgica en un viaje para no perderse.
Empezamos nuestra ruta por Bruselas. Su centro histórico está dominado por la impresionante Grand Place. Esta preciosa plaza, con edificios históricos como la casa de Víctor Hugo, la Casa del Rey, el Ayuntamiento o las casas de Gremios, es una visita imprescindible en la capital belga.
Además, desde aquí puedes empezar un maravilloso recorrido a pie. Hacia un lado llegamos al famoso Manneken Pis, la estatuilla más famosa de Bélgica. Un niño meando. Pero es que hacia el otro lado de la Grand Place está su versión femeninda, la Jeanneke Pis. Y cerca de esta se encuentran las Galerías Saint Hubert. Las galerías más antiguas de Europa.
Realizando un recorrido circular, podemos visitar la Catedral, un bello edificio gótico, y llegar hasta el Parque de Bruselas. Aquí destacan el Parlamento Belga, a un lado, y el Palacio Real, un edificio verdaderamente precioso, al otro. Incluso podemos continuar ruta atravesando el Barrio europeo hasta llegar al Parque del Cincuentenario, con su majestuoso Palacio del Cincuentenario y su Arco del Triunfo.
Si en vez de llegar a esta zona seguimos hacia el sur desde el Parque de Bruselas, podemos llegar al majestuoso Palacio de Justicia pasando por la fantástica iglesia gótica de Notre Dame du Sablon. Desde el Palacio se avistan unas preciosas vistas de la ciudad.
Otro de los atractivos de la capital de Bélgica es la curiosa estructura del Atomium, aunque algo apartada, o alguno de los muchos museos de la ciudad, entre los que destaca el Museo del Cómic. Recordemos que Tintín era belga. Pero tampoco puedes dejar Bruselas sin visitar alguna de sus cervecerías, probar una de sus miles de cervezas o degustar un gofre.
Y de la capital… a una de las ciudades con más encanto del país, Gante. Puedes llegar en tren en tan sólo 35-40 minutos. Y desde la estación caminar fácilmente al centro de la ciudad. Al llegar parece de cuento de hadas.
Podemos empezar una ruta a pie por el Castillo de los Condes, ver la antigua lonja del pescado y bajar paralelo al canal hasta la Iglesia de San Miguel. Desde aquí, y al cruzar el puente de San Miguel, disfruta de una de las postales más bellas de Gante con las torres de la de la Iglesia de San Nicolás, el Belfort y la torre de la Catedral de San Bavón, además de los Muelles de las Hiervas y de los Granos. Una postal preciosa.
Al cruzar el puente llegamos a la Korenmarkt, una plaza muy animada dominada por la Iglesia de San Nicolás y otros edificios como el de Correos y la Casa Gremial. Un poco más abajo, el impresionante campanario Belfort y el espectacular edificio del Ayuntamiento. Yla Catedral de Gante, que alberga el famoso políptico de los hermanos Van Eyck. Desde aquí puedes llegar a la Iglesia de Santiago y Vrijdagmarkt, una impresionante plaza.
Nuestra siguiente parada en Bélgica es Brujas, la joya de la corona. Una ciudad medieval con enorme encanto. Desde Gante son apenas 20 minutos en tren. Algo más de una hora desde Bruselas. Esta ciudad de canales te cautiva por su romanticismo y su belleza.
El Grote Market, o la Plaza del Mercado, es el corazón de Brujas, con numerosas tiendas de alimentos y artesanales y rodeada de edificios medievales únicos. Destaca la torre Belfort, impresionante. En las calles que salen de esta plaza hay un gran ambiente. Y desde aquí llegamos a Burg, otra plaza que destaca por sus inmensos edificios, como el del Ayuntamiento, la Basílica de la Santa Sangre o la Brugse Vrije, los antiguos Tribunales de Justicia. El centro histórico es una maravilla, con calles angostas y cautivadoras.
Pero si algo es fotografiado en Brujas es el Muelle del Rosario (o Balcón de Brujas), uno de los rincones más bellos de la ciudad. A pocos metros se encuentra el mercado del pescado. Aunque Brujas es una ciudad que enamora y lo mejor es perderse entre sus numerosos canales, casas de madera, iglesias y rincones con encanto. Por ejemplo, frente a la estación se encuentra el Lago del Amor, lleno de cisnes, y uno de los lugares más románticos de Brujas.
Pero aquí tampoco debes dejar de comer un gofre, saborear una cerveza local o incluso probar los típicos mejillones con patatas fritas.
Y por último, puedes completar tu ruta por Bélgica con una escapada a Amberes, a 30 minutos de Bruselas. Aquí descubrirás la mayor Catedral del país, en Groenplaats. Justo al lado se encuentra la Grote Markt, una preciosa plaza de edificios renacentistas entre los que destaca el espectacular Ayuntamiento. También puedes disfrutar del Castillo de Amberes, donde residió el famoso pintor Rubens.
Y así completamos nuestro viaje por Bélgica, este pequeño país, corazón de Europa, que esconde atractivos con gran encanto.
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