“Quiero ir ahí”. Seguramente esta frase la hemos repetido muchos después de ver una película. Y es que el cine nos ha inspirado destinos o nos ha incitado viajes. Y como estamos en verano, momentos de relax y ocio, repasamos algunas pelis para viajeros que levantan pasiones viajeras.
Hay innumerables ejemplos de películas que narran viajes. Algunos reales. Otros espirituales. Escenas que muestran espectaculares lugares que irremediablemente invitan a viajar, a hacer maletas y recorrer mundo. Estas son algunas pelis para viajeros que os pueden inspirar. Y seguro que faltan.
Diarios de una motocicleta es una película inspiradora. Sin duda. El film se desarrolla en 1952 y cuenta la historia del primer viaje de Ernesto Che Guevara a través de Sudamérica junto a su amigo Alberto Granada. El trayecto que realizaron es conocido como el “Camino del Che” que muchos viajeros realizan hoy en día siguiendo sus pasos. Argentina, Chile y Perú, con lugares como Machu Picchu, marcan las escenas de esta película viajera.
Otra experiencia cultural se cuenta en 7 Años en el Tíbet, con el famoso Brad Pitt. En esta película se narran las experiencias de un escalador austríaco capturado en la India durante la Segunda Guerra Mundial, donde permanecerá varios años preso, hasta que logra escapar y se refugia en el Tibet. Aquí vivirá durante siete años, conociendo su cultura y vida. El Himalaya es el escenario viajero de esta historia.
Otro famoso de Hollywood es el protagonista de La Playa, la película que hizo mundialmente famosa a Maya Bay. Realmente, un paraíso. Hoy cerrada por el masivo turismo. Leonardo Di Caprio llega a Tailandia como mochilero en busca de aventuras. En su estadía en Bangkok se entera de una isla paradisíaca escondida de la sociedad. La película muestra la espectacular belleza de las islas Phi Phi y dio alas a un montón de jóvenes para imitar a Di Caprio.
También en Tailandia está ambientada Lo Imposible. La película nace a partir de una historia real donde se recrea la experiencia de una familia española en el tsunami que asoló la costa del Sudeste Asiático en 2004 y que causó la muerte de miles de personas. No es una película que inspire a viajar, y además es bastante triste, pero es una realidad a la que muchos viajeros se enfrentaron en las playas paradisíacas del Sudeste Asiático.
Para los amantes o peregrinos del Camino de Santiago, la película El Camino los identificará. El film se centra en los motivos personales de cada personaje por los cuales hacen el Camino de Santiago. Con estas historias se recorre uno de los caminos de peregrinación más importantes del mundo. Y además, en sus escenas se muestran muy buenos paisajes del norte de España.
Y para inspirar un viaje a África, un clásico como Memorias de África incita a visitar un continente salvaje de apabullante belleza. La bellísima plantación de café de la película, inspirada en la novela de Isak Dinesen, provoca en muchos espectadores el sueño de volar en avioneta sobre la sabana africana.
Salvaje es el destino final de un joven estadounidense, protagonista de la película Camino Salvaje o Hacia Caminos Salvajes (Into the Wild) que, tras terminar sus estudios universitarios, decide alejarse de la sociedad, de todo lo material, y comenzar un viaje como naturista con destino Alaska. La naturaleza salvaje y los impresionantes paisajes del Cañón del Colorado y de Alaska acompañan a una reflexión sobre la libertad, la belleza y la felicidad, un viaje indefinido para encontrarte a ti mismo o para, a secas, vivir.
Otro “road trip” es el que protagonizan Thelma y Louise. Una película que comienza como un tranquilo viaje por carretera y se convierte en una huida feminista en busca de la libertad a través del corazón de Estados Unidos. La escena final en el Gran Cañón impacta.
También hay películas que son enseñanzas para viajeros, como El Arte de Viajar. La historia contada pone de relieve algunas de las realidades que les suceden a los viajeros solitarios: historias de amor, robos, estafas y timos en países desconocidos. En ella vemos países como Nicaragua, Panamá, Perú y Bolivia con historias que intentan mostrarnos cómo se puede aprender mucho más sobre la vida mientras recorremos el mundo que estando en nuestras ciudades y escuelas.
O películas que son retratos de un país, como Estación Central de Brasil, una crítica social contada a través de un viaje en autobús de Río de Janeiro a Pernambuco con emotivas y crudas historias cotidianas.
La tetralogía de Indiana Jones es verdaderamente un documental de viajes donde “Indy” recorre incansablemente el mundo: Nepal, Egipto, Shanghái, la India, Venecia, el Amazonas, localizaciones en España y una Petra ya unida para siempre a las peripecias de ‘La última cruzada’.
Y la larguísima Australia muestra paisajes de este gigantesco país que todos queremos recorrer. Además, introduce la cultura aborigen tan difícil de llegar a conectar si viajas por Australia. Otra peli, Mad Max 2, muestra localizaciones del curioso pueblo de Coober Peddy, construido bajo tierra para soportar las altísimas temperaturas del desierto australiano.
Y de Australia, a Nueva Zelanda. El Hobbit deja claro que la Tierra Media es Nueva Zelanda, con parajes naturales de asombrosa belleza. Algo que ya recrea en la trilogía de El Señor de los Anillos.
Más dramática es Hotel Ruanda, una película que muestra la masacre civil ocurrida en 1994 en Ruanda y en las experiencias que un grupo de personas vivieron durante el genocidio en el país. Un filme crudo y duro.
Seguramente se hayan quedado películas por el camino, como Come, Reza, Ama, que muestra destinos imprescindibles como Italia, India y Bali, o Siete días en La Habana, con relatos de esta cautivadora ciudad cubana. Pero siempre hay hueco para nuevas inspiraciones.
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