Hoy en día es un plan de vacaciones ideal. Reservar un crucero y recorrer plácidamente diferentes países y ciudades, con todos sus lujos. Pero, ¿quien fue el inventor de este tipo de viajes? ¿cómo fue? La historia de los cruceros se remonta a mediados del siglo XIX. Y desde aquella, todo un éxito.
El origen de estos viajes no está muy claro. Hay dos versiones en la historia de los cruceros. La primera se remonta a 1839 y tiene como protagonista a Samuel Cunard, ¿os suena? La segunda es de 1856 y el nombre propio es el de Lord Dufferin.
¿Y por qué dos versiones? Por fechas está claro, Samuel Cunard los inventó antes, en 1839. Pero es que la historia de los cruceros difiere según quien la cuente.
En 1839, el Gobierno británico lanzó una licitación para el transporte de correos. En sus orígenes fue un negocio de venta de pasajes para viajar a bordo de un barco de correos. Ésta fue ganada por un inglés oriundo de Nueva Escocia, llamado Samuel Cunard, conocido en la sociedad de entonces como el “príncipe de los océanos”. El primer barco encargado para este servicio fue el velero Britannia, que en el año 1840 zarpó de la ciudad inglesa de Liverpool con destino a Boston (Estados Unidos).
Al principio se vendían pasajes para viajar a bordo del “correo”. Pero pronto la alta sociedad inglesa lo vio como un modo de disfrutar de su tiempo de ocio, placer respaldado por grandes escritores de la época como Charles Dickens, que los incluían en sus relatos. Entre los años 1891 y 1911 casi 2 millones de personas viajaron en barco haciendo la ruta Inglaterra-Canadá. Con el auge de la emigración hacia el Nuevo Mundo, en busca de nuevas oportunidades laborales, la industria del crucero creció rápidamente. Pero era sobre todo un medio de transporte más que un medio de placer.
Por eso hay quien defiende que la historia de los cruceros como viaje de placer fue inventado por Lord Dufferin. Diplomático británico, virrey de la India, de sangre azul, fue el primero en hacer un crucero de placer en 1856. En ese año compró una goleta llamada Foam y se embarcó en una travesía por el Atlántico Norte.
Lord Dufferin hizo escalas en Islandia, desembarcando en la única ciudad de la isla por aquel entonces, Reykjavik. Su próxima parada fue la isla de Jan Mayen. Aparte de los numerosos balleneros que la usaban de base, era la primera visita oficial que se hacía en medio siglo a ese pedazo de tierra volcánica situada entre Islandia, Groenlandia y Escandinavia. El Lord inglés tuvo que usar un bote para llegar a tierra (¿os es familiar?). A continuación siguió hacia el norte de Noruega, haciendo escala en Hammerfest antes de reanudar la marcha hacia Spitzbergen y Svalbard. De esta manera culminó lo que se considera el primer crucero de la historia, entendiendo por tal el primer viaje de placer por mar.
A su regreso a Inglaterra, Lord Dufferin plasmó su experiencia en un libro titulado Cartas desde altas latitudes, considerada como la primera guía de viajes propiamente dicha. Este libro impulsó a muchos nobles acaudalados a realizar cruceros de placer.
Desde entonces, la historia de los cruceros tiene numerosos hitos en su camino. Uno de los más famosos asociados a esta industria es el hundimiento del Titanic en 1912. Pero el Titanic era un trasatlántico, no un crucero.
Fue en 1947 cuando la línea Cunard, fundada por Samuel Cunard, ¿os acordáis?, lanzaba el primer barco construido como «crucero de placer». La nave fue el Caronia, La Diosa Verde. Se inició así una nueva era en la industria marítima y del turismo. A partir de aquí se sucedieron entre las navieras las construcciones de cruceros, compitiendo por el placer, el lujo y el glamour.
Hoy el barco de crucero más grande del mundo es el Harmony of the Seas, con capacidad hasta 6400 pasajeros y 2400 tripulantes.
Ahora que conocéis un poco más la historia de los cruceros, vosotros decidís. ¿Quien fue su inventor? ¿Cunard como medio de transporte o barco de correos? ¿O Lord Dufferin como medio de placer?
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